A medias
Saúl Ñiguez, con un golazo recién iniciada la segunda mitad (minuto 47), rescató un pobre empate para el Atlético de Madrid en campo del colista, el RCD Espanyol, que se había adelantado en la primera mitad, y al que la igualada tampoco alivia su dramática situación.
No consiguió el Atlético imponer su teórica superioridad en la primera mitad. Apenas tiró entre los tres palos y su ataques casi nunca fueron finalizados y sí neutralizados por el Espanyol.
Raúl de Tomás fue el mejor hombre de los locales. El Atlético no consiguió frenarlo. Fue siempre un incordio para la defensa rojiblanca y poco a poco el Espanyol fue tejiendo ocasiones hasta que consiguió el primer tanto.
Revoluciones elevadas... y gol en propia de Savic
El partido arrancó con revoluciones elevadas. A los tres minutos, Carrasco examinó los reflejos de Diego López y, en la siguiente acción, Thomas evitó el remate de Bernardo. Los blanquiazules presionaban arriba, pero los rojiblancos se defendían como podían.
El encuentro era un intercambio de golpes, con sensación de peligro en ambas áreas. El premio, finalmente, fue para el Espanyol. Y apareció el de siempre, Raúl de Tomás. En el minuto 23, el atacante aprovechó una asistencia de Wu Lei y remató en la línea de fondo. El balón se tropezó con Savic, que marcó en propia meta.
El tanto elevó la confianza del anfitrión, que siguió insistiendo en los dominios de Oblak. De hecho, en el minuto 33, Víctor Sánchez estrelló un espectacular latigazo en el larguero después de que el portero tocara el balón a mano cambiada en una magnífica intervención. Los de Simeone, por su parte, tenían problemas para inquietar a Diego López.
Misil de Saúl y empate del Atlético de Madrid
De todos modos, todo cambió justo tras la reanudación. El Atlético de Madrid empató en el 47 con un misil de Saúl desde la frontal, imparable para Diego López. La diana fue un mazazo anímico para los catalanes y ahora era el Atlético el que marcaba el ritmo en el RCDE Stadium.
El conjunto madrileño acosaba la portería local con mucho más peligro que antes. Pasada la hora, los de Simeone disfrutaron de una doble ocasión con dos disparos al poste: el primero de Joao Félix y el segundo, en el rechace, de Morata. Los rojiblancos buscaban dar la vuelta al guión.
En el ecuador de la segunda mitad, el Espanyol empezó a reaccionar y el choque se equilibró. De hecho, Bernardo tuvo varios remate de cabeza para adelantar de nuevo a su equipo. En los últimos compases, el partido no tenía un dueño claro, aunque el empate no se movió del marcador y terminó con el empate final que sabe a poco a ambos.