Vinícius estaba en fuera de juego posicional tapando a Oblak en el gol de Brahim Díaz
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El brasileño tapaba la visión del portero
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Nadie en el Atlético protestó la acción
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Notas y uno por uno del Atlético de Madrid en el Bernabéu, dos sobresalientes y tres suspensos
El Real Madrid ha tomado ventaja ante el Atlético de Madrid en la ida de octavos de final de la Champions League. En un duelo con alternativas, en el que el cuadro rojiblanco dominó la pelota más de lo previsto, los de Carlo Ancelotti acabaron dando un pequeño paso hacia cuartos gracias a dos chispazos puntuales. El primero lo marcó Rodrygo, que hizo un roto a Javi Galán, mientras que el segundo lo hizo Brahim Díaz... con una pequeña dosis de polémica, sobre la que han opinado los árbitros expertos.
Y no sólo porque se encaró con el banquillo del Atlético para celebrarlo. El malagueño se adentró en el área y se inventó un gol que prácticamente no existía. El propio Simeone confesó en sala de prensa que le molestó bastante el tanto, pues entendía que era bastante evitable. Y es que Brahim estaba rodeado de jugadores rojiblancos, pero se marchó de Giménez con facilidad y acabó poniendo la pelota en el fondo de la portería.
El arte del engaño.
La cintura de Brahim adelanta al Real Madrid.#UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/rH6a2jwxec— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) March 4, 2025
Fuera de juego de Vinícius en el gol de Brahim Díaz
El caso es que el gol podría haber tenido una revisión del VAR. Una de esas del fútbol moderno, de las que nadie se quejaría hace unos años pero que ya se han transformado en las últimas temporadas en goles anulados.
Vinícius estaba en fuera de juego posicional cuando Brahim chutó a puerta. El brasileño no tuvo incidencia directa en la trayectoria del balón, pero sí que estaba en la trayectoria de visión de Oblak. De hecho, estaba justo delante tapándole la visión, al igual que sus compañeros Marcos Llorente y Pablo Barrios.
El caso es que ningún jugador del Atlético de Madrid protestó la jugada. Ni siquiera el propio Oblak, que es quizá quien se debería haber percatado de la situación. De haber estado más listo y habérselo comunicado al árbitro, quién sabe si el VAR podría haber acabado interviniendo.
