El Atlético de Madrid, ajeno a las críticas y con buen rollo para viajar a Vitoria

El Atlético de Madrid atraviesa un arranque de liga lleno de tropiezos. La derrota en Cornellà frente al Espanyol y el empate posterior en el Metropolitano ante el Elche han dejado al equipo de Simeone con la obligación de reaccionar cuanto antes. Su siguiente parada será en Mendizorroza, un estadio que históricamente resulta incómodo y donde la temporada anterior apenas pudieron rascar un empate a cero frente al Alavés. A pesar de que la situación es límite, el equipo se ha ejercitado con normalidad e incluso con risas y diversión.

Risas y buen rollo en el entrenamiento del Atlético de Madrid

El entrenamiento del Atlético de Madrid ha comenzado con diferentes juegos. El buen rollo, a pesar de la complicada situación que atraviesan, es total. Los preparadores físicos han estado muy pendientes de los corros y los rondos sin perder la sonrisa e incluso participando en ellos.

Tras este momento distendido, se han emparejado para hacer otros ejercicios más intensos. El Cholo Simeone ha tardado algo más en incorporarse a la sesión.

No han estado presentes en Majadahonda ni Álex Baena ni José María Giménez. En el caso del internacional con la Selección Española, se espera que vuelva recuperado después del parón. Sin embargo, el regreso del uruguayo tendrá que esperar un mes más, pues ha recaído de su lesión muscular. El central lleva fuera desde el primer partido del Mundial de Clubes (15 de junio) y su situación comienza a preocupar.

Cambios en el once titular rojiblanco

La expedición colchonera viajará a Vitoria en el día de hoy a las 18:30, preparados para una final... pero con cambios en la alineación. Durante la semana, Simeone ha probado a Hancko como lateral izquierdo, sacando del once a Ruggeri y dando entrada a Lenglet, emparejado con Robin Le Normand como centrales.

El eslovaco dejó detalles ofensivos ante el Elche que han gustado al cuerpo técnico y quieren sacar todo su potencial en esa posición. De esta manera, Hancko estará algo más liberado de las tareas defensivas, aunque manteniendo la seguridad de que también puede frenar el contragolpe del rival.