Motivos para soñar con la final de Copa

En el fútbol hay hechos que parecen increíbles, remontadas que cuando ocurren pasan se quedan escritas con letras doradas en el libro de la historia del balompié. El Celta tiene en su mano lograr algo que muy pocos equipos han hecho, por no decir que casi nadie lo ha logrado. En ElDesmarque Vigo te contamos dos precedentes de clubes que remontaron un 4-0 en el choque de vuelta.

Si los hombres que dirige Eduardo Berizzo necesitan motivación, que se pongan el vídeo del partido que se disputó el martes 19 de diciembre de 1995 en el estadio Gigante de Arroyito entre Rosario Central y Atlético Mineiro.
Era el partido de vuelta de la final de la Conmebol y el cuadro local afrontaba el partido tras haber perdido una semana antes por cuatro goles a cero en Brasil. Todo indicaba, como era lógico, que el equipo de Belo Horizonte tenía el título en su mano gracias a los goles que habían logrado en la ida Ezio, Cairo, Paulo Robero y Silva. Pero la realidad superó a la ficción. 
Con una afición tremendamente entregada y unos jugadores que creían en sus posibilidades lograron empatar el choque para ganar el título en los penaltis. En el minuto 22 Ruben Da Silva abrió el marcador, un cuarto de hora después Carbonari hizo el segundo. El enfrentamiento se iba animando y el primer éxtasis llegó cuando Da Silva marcaba su segundo tanto del partido y el tercero para los suyos antes del descanso. 
La ilusión iba aumentado cada vez más, pero en el segundo tiempo no fue la cosa tan bien. Los jugadores del Atlético Minero supieron frenar la avalancha y cuando parecía que el tanto para igualar la eliminatoria no iba a llegar, Carbonari marcó a dos minutos del final para forzar los penaltis. Y desde los once metros Rosario Central se proclamó campeón de la Conmebol.
En España también hay un precedente y, además, bastante reciente. Aquí no se peleaba por un título ni era un partido de élite, pero la hazaña y lo que se jugaban era demasiado importante. El Atlético Astorga le remontó al Mensajero el 4-0 de ventaja que había logrado en la ida. El cuadro local empató la eliminatoria en el minuto 90 y, al igual que ocurriera en el Rosario-Mineiro, terminó imponiéndose en los penaltis.  El triunfo le valió para pasar a la tercera y definitiva ronda por el ascenso a Segunda B.