El Celta, piropeado en la derrota

El Celta de Vigo perdió en el Nou Camp, de hecho se llevó para Vigo un saco de goles, un total de seis, en un resultado que no refleja ni de cerca lo que sucedió en el campo, al menos durante 75 minutos de partido. La prensa nacional es consciente del buen nivel del equipo de Eduardo Berizzo y ha querido rescatar de la derrota el buen juego vigués.

Este Celta se está acostumbrando a los halagos, los recibió cuando aplastó al Barcelona en Balaídos, cuando firmó una primera parte primorosa en el Sánchez Pizjuan, o cuando eliminó contra todo pronóstico al Atlético de Madrid en cuartos de la Copa, incluso se alabó su manera de caer ante el Sevilla en las semifinales, representación máxima de lo que significa morir matando. Ese es el ADN de esta escuadra comandada por Eduardo Berizzo, no hay rival imbatible, no hay sueño que no se pueda cumplir, da igual que seas pequeño, humilde o pobre, importas tú, tu equipo, como trates a la pelota sin importar el rival que hay enfrente.
A pesar de las bajas, de la paliza de la Copa del Rey, el Celta salió a competir de igual a igual al todopoderoso Barcelona de Messi, Suárez y Neymar, y lo logró, por lo menos hasta que las fuerzas desaparecieron y lo hizo sin sus estrellas, sin sus jugadores franquicia y por ello este equipo es objeto de admiración más allá de su ciudad o su afición.
Francisco Cabezas en el periódico 'El Mundo' afirmaba lo siguiente, "resulta difícil encontrar equipos como el Celta de Berizzo. Ya no sólo por esa atractiva propuesta que le aleja del complejo de inferioridad que suele minimizar a los equipos humildes, sino porque su espíritu de supervivencia le permite sufrir con dignidad en todo averno"
De esta manera lo reflejaba José Sámano en 'El País', "el Celta es un equipo encantador, seguramente el que mejor le juega al Barça, tanto da que el partido se dispute en Vigo como en el Camp Nou. Tampoco importan sus alineaciones, por más futbolistas que le falten a Berizzo. La actuación colectiva de los celestes fue de nuevo tan irreprochable como el monólogo de Messi.
Salvador Sostres, en el diario 'ABC' hablada de esta manera de los olívicos, "el Celta no bajó la cabeza";  "da gusto ver jugar a equipos como el Celta, metáfora bellísima de las más nobles virtudes".