El 'uruguayo' no se ha ido, sigue viviendo en Balaídos
Victoria merecida del Celta en Balaídos ante uno de los equipos que aspira a jugar en liga de campeones, un Valencia que tuvo 20 minutos de dominio en los que pudo marcar más de un gol ante un Celta que supo apretar los dientes en defensa para intentar matar el encuentro a la contra. El tanto del 'Toro' hizo justicia a lo visto en el césped, con un Celta que, arropado por los suyos, realizó una segunda mitad en la que no dio opciones a los de Marcelino y en la que solo le faltó un segundo gol.
Con menos novedades de las esperadas, ya que sólo Aidoo entró en el once inicial, salió el Celta a Balaídos para enfrentarse a un Valencia sin Rodrigo. En su lugar entraba un viejo conocido de la parroquia viguesa, Maxi Gómez, que con Wass regresaban al estadio donde se dieron a conocer en LaLiga Santander.
Y salió el Celta con ganas de mandar en el partido ante un Valencia que si bien no quiso renunciar a la disputa por el esférico tampoco se le veía incómodo, al menos hasta que los de Escribá subieron una marcha, tras diez minutos de tanteo, el Celta encontró una vía de agua en los costados del Valencia y empezó a asediar la meta de un Cillessen al que veían cada vez más cerca.
El 'Toro' se estrena a lo grande
Kevin iniciaba la jugada, buscaba a Aspas, este se deshacía de dos rivales. El moañés encontraba a Denis Suárez que a su vez mandado un preciso pase al corazón del área donde el 'Toro', atento, batía al meta holandés con un taconazo antológico que levantaba al celtismo de sus butacas.
El Valencia acusaba el golpe, tenía que cambiar su plan y abrir líneas, ahí el Celta encontró más fallos en el engranaje ché. Aspas, por dos veces, tuvo el 2-0 en sus botas, pero el moañés estuvo muy impreciso en sus remates. Los vigueses se encontraban muy cómodos en el campo hasta que Paulista pidió la entrada de las asistencias.
En ese momento, en el 25', todos los jugadores aprovecharon para ingerir líquidos. Todo cambió a partir de ahí, el Valencia se lanzó con determinacion a la meta de Rubén. Avisó Wass, con una doble intervención, que bien se mereció el empate si no estuviesen los guantes milagrosos de Rubén Blanco y la siempre inestimable ayuda del larguero.
Poco después fue Maxi Gómez el que fallaba, al no llegar a rematar, tras una jugada trenzada por Valencia que dejaba a Gameiro solo para centrar al área chica hacia donde se dirigida el punta charrúa que ni siquiera amagó con intentar llegar al balon.
Tocaba sufrir
El encuentro se abría en contra de los intereses de un Celta al que le tocaba sufrir atrás ante la pujanza de los de Marcelino con Wass Guedes y Gameiro de estiletes. Kevin se veía sobrepasado por el portugués, que ayudado por Gayá convertían la banda izquierda del Valencia en una pesadilla para un Celta que no era capaz de cortar la hemorragia.
Maxi Gómez volvía a disponer de otra clara ocasión, pero su disparo a la media vuelta se iba muy desviado. Aidoo y Araujo imponían su jerarquía en los balones parados y el Celta lograba irse con ventaja al descanso, una ventaja que podría haber sido mayor si Aspas hubiese acertado un testarazo, ya con el tiempo cumplido, tras un gran centro de Olaza.
El Valencia tenía que seguir presionando al Celta si quería lograr el empate en una segunda mitad que comenzaba con un cabezazo alto de Piccini a saque de falta de Parejo. Replicaba el Celta con un trallazo del 'Toro' Fernández que Cillessen se tuvo que sacar de encima, el rechace, para Brais Méndez, terminó en un disparo al lateral de las redes del meta holandés.
La medular celeste se impone
El Celta lograba retomar parte del control del partido y alejar la pelota de su área lo que obligó a Marcelino a dar entrada Rodrigo y Ferrán Torres. Por su parte Escribá sustituía al 'Toro' para que Santi Mina redebutase con el Celta en Balaídos con una afición entregada que despedía al 'Toro' con el grito de 'uruguayo, uruguayo'.
Eran los mejores minutos de los de Escribá, Olaza y Denis hacían daño por su banda y Lobotka volvía a ser el de su primera temporada gracias al trabajo incansable de Fran Beltrán. El técnico celeste, consciente del enorme desgaste de su medular daba entrada a Pape por Brais Méndez y el Celta pasaba a jugar con un 4-3-3.
Al Celta sólo de faltó matar el partido
Denis Suárez seguía haciendo diabluras en su costado y con Mina estuvieron a punto de sentenciar un choque que se teñía de color celeste a cada minuto que pasaba. Pero tocaba sufrir, tras no lograr sentenciar el choque, el Valencia buscó el empate en los últimos minutos.
A punto de lograrlo estuvo Ferrán Torres en el 89', cuando una de las pocas imprecisiones de la zaga celeste le permitió rematar solo, pero en el suelo, a solo un metro de la meta de Rubén. El canterano también tuvo que intervenir para cortar un centro de Gayà.
Premio amargo para Denis
Tanto lo intentó Denis que al final tuvo su premio, amargo en este caso, en la enésima acción en solitario fue derribado de forma clara por un defensa del Valencia. Hernández Hernández señalaba el punto de penalti. Denis cogía la pelota pero Cillessen se encargó de estropear el broche final a su partido. El Celta ganaba, despejaba muchas dudas y recuperaba, de una tacada a un Lobotka incomensurable apoyado en un Betrán que le quiere poner las cosas muy difíciles a su tocayo, Fran Escribá.