El Celta arranca un punto de oro ante un durísimo Getafe

Un punto que sabe a victoria, a sudor y dolor, el dolor que inflingió un durisimo Getafe CF sobre las piernas de unos futbolistas, los del Celta de Vigo, que han aprendido a sufrir y pelear partidos que antes eran derrotas seguras. El Celta vuelve a dejar la portería a cero y sigue fuera de los puestos de descenso tras arrancar un empate sin goles en el Coliseum Alfonso Pérez.

Presión alta y marcando el territorio, así salió el Getafe ante un Celta que veía como Nyom y Cucurella eran los primeros azulones en hacer falta, sobre Mallo y Murillo, son que hubiesen pasado un par de minutos del primer tiempo. La presión local iba en aumento y los de Bordalás se hicieron rápido con el control del partido ante la imposibilidad del Celta de poder salir con el balón jugado ya que jugadores como Rafinha o Bradaric estaban completamente tapados.

La dinámica que iba cogiendo el partido invitaban a ver en acción a Rubén Blanco, y el meta celeste se tuvo que lucir con una preciosa palomita a disparo, desde la frontal del área de Arambarri. Era el minuto 13 y el Getafe avisaba por primera vez a un Celta que aún no había salido de su medio campo.

Primera aproximación celeste

Hubo que esperar al minuto 21, en medio del claro dominio local, a que el Celta se acercase a la meta de Soria, primero Smolov en un acción individual y luego Okay con una vaselina a la espalda de la zaga madrileña, a la que a punto estuvo de llegar Smolov, pudieron enseñar los dientes del cuadro dirigido por Óscar García.

Seguía dominando el Getafe, pero el Celta sufría menos a pesar de seguir sin balón, esperando un contra que terminó llegando pasada la media hora. Una larga acción, con un despeje defectuoso de Soria terminó propiciando una nueva ocasión para el Celta que terminó en saque de esquina.

Mina tuvo la suya poco después, pero Soria, está vez sí estuvo acertado. El Getafe, con un Celta que con pases largos le estaba haciendo sufrir, replicaba con un claro cabezazo de un Mata completamente solo por el descuido de Araujo. El partido se descontrolaba, lo que daba opciones a los vigueses, mucho más cómodos en este pequeño caos que en el corsé táctico al que le sometió el Getafe en los primeros 20 minutos.

Entre Araujo y Rubén Blanco tenían que desbaratar una bonita acción individual de Jorge Molina mandando el esférico a línea de fondo poco antes de que el colegiado señalase el camino a vestuarios tras una primera parte de un Celta que fue de menos a más.

Objetivo Rafinha

El segundo tiempo comenzó con un Sánchez Martínez perdonándo la enésima amarilla a un jugador del Getafe, en este caso a Etxeita por una dura entrada sobre Rafinha. Mientras Jorge Molina seguía demostrando que la edad no es un problema para jugar al fútbol y habilitaba a Maksimovic para que el serbio rozase el palo con su disparo

Respondía el Celta con una jugada personal de Smolov que tras dos recortes cedía el balón a Santi Mina, que fallaba su pase al área pequeña. No habían pasado ni cinco minutos y el partido ya estaba en quinta marcha, especialmente por un Getafe que seguía con la determinación de anular a Rafinha a base de duras y continuas faltas.

Óscar apostó por reservar a una pieza tan importante como Rafinha y en el 62' dio entrada a Brais Méndez para dar descanso a las castigadas piernas del hispano brasileño. El Getafe, con su asfixiante ritmo e intensidad volvía a dominar el encuentro y probar a Rubén en varias ocasiones por medio del recién entrado Ángel.

Buscaba nuevos bríos Óscar en la delantera dando entrada al Toro por un Smolov que había cuajado un gran encuentro siempre desde la inferioridad con sus caídas a banda aguantando la pelota. El Toro fue recibido con un durísima entrada de Damián Suárez antes de tener una buena ocasión de gol que mandó por encima del larguero.

Una guerra sobre el césped

Óscar se desesperaba en banda por el juego al límite de un Getafe que se iba cargando de tarjetas pero que seguía con once futbolistas sobre el campo. El Celta aguantaba el empate a ceros tras un gol anulado por fuera de juego a Ángel.

El partido se calentaba con un Murillo que pedía el cambio por una durísima entrada de Arambarri que veía la segunda amarilla en el 80' sobre Brais Méndez. El Celta afrontaba los últimos minutos con un hombre más y con Murillo, renqueante, sobre el campo.

Aún con uno menos era el Getafe el que asediaba a Rubén Blanco en una serie de peligrosos corners de los que supo salir bien parado el Celta. Óscar se jugaba la última baza con la entrada de Pione Sisto por Santi Mina rozando el minuto 90'. Cinco minutos de prolongación que terminaron con un centro lateral de Olaza y una contra de Cucurella que terminó de atajar Pione Sisto.

El Celta sobrevivía al partido impuesto por el Getafe, un punto de oro fruto de la entrega y el carácter de un equipo nuevo, sólido y generoso en el esfuerzo. El Celta ha cambiado su cara y suma su tercer partido sin encajar.