La falta de puntería castiga al mejor Celta de la temporada

No pudo ganar el Celta de Vigo a un peleón Elche CF. El empate a unos no hace justicia a lo visto en el Martínez Valero, donde los pupilos de Óscar García tuvieron infinidad de ocasiones para darle la vuelta a un partido que se complicó demasiado pronto por un penalti más que discutible señalado a Hugo Mallo. De Burgos Bengoetxea demostró, con sus erráticas y polémicas decisiones, ser un árbitro con un pésimo nivel que no deja contento a ninguno de los dos equipos. El Celta mostró una notable mejoría, pero queda la duda de saber si será suficiente para que Óscar García siga una jornada más como técnico del equipo.

Importantes y numerosas novedades en un once donde destacaba la presencia de un Hugo Mallo que en el primer minuto cometía un penalti por mano, completamente involuntario que transformaba Fidel. Todo se complicaba para un Celta que contemplaba con incredulidad la decisión tomada por un viejo enemigo, De Burgos Bengoetxea, que bien podría haber pitado juego peligroso de Lucas Boyé.

Pidió poco después otro penalti el Elche, en este caso por un acción de Murillo sobre Verdú, pero en esta ocasión el colegiado no quiso señalar la pena máxima que hubiese sentenciado casi de forma definitiva a Óscar García, que había perdido a uno de sus ayudantes poco antes, cuando Rubén Martínez terminó expulsado por protestar el penalti señalado sobre Hugo Mallo.

Buscaba recuperarse el Celta del varapalo que suponía verse tan pronto por detrás. Sin poder controlar el juego hubo que esperar a una genialidad de Iago Aspas, con un milimétrico pase al hueco, para dejar completamente solo a Brais Méndez. El centrocampista, con su pierna buena, vio como Badía tocaba lo justo el balón para mandarlo a saque de esquina.

Volvía a marrar el Celta una nueva ocasión para lograr el empate con Brais Méndez como protagonista. De nuevo solo y a escasos metros de la línea de gol estrellaba el balón en el cuerpo del portero local para desesperación de un equipo que desperdiciaba dos clarísimas ocasiones de gol, la gran asignatura pendiente del Celta.

De Burgos Bengoetxea volvía a ser protagonista en una acción en la que señaló falta de Boyé en ataque al robarle la pelota a un desacertado Murillo que pudo cometer penalti sobre el argentino. El colegiado, en esta ocasión, beneficiaba al Celta ya que Boyé había robado limpiamente el balón al central colombiano, que seguía cuajando un pésimo inicio de temporada. Boyé, con su garra y esfuerzo, estaba causando problemas a la zaga celeste a pesar de su falta de acierto.

Mina rompe su mala racha

Sin continuidad en el juego y sufriendo los ataques por banda del Elche, así logró el Celta el tanto del empate. Una contra lanzada por Denis llegaba a Aspas, que con un sutil toque conectaba con Santi Mina. El vigués, desde la frontal, lograba un disparo cruzado lejos del alcance de Edgar Badía. En un partido sin un fútbol fluido, donde lo mejor era la presión alta que buscaba el Celta, Mina rompía su maleficio al filo del descanso.

El gol tranquilizó mucho a un Celta que salía mandando en la segunda mitad, su circulación de balón era más fluida y primero Mallo y, sobre todo, Aspas, tuvieron la oportunidad de darle la vuelta al marcador. El disparo del moañés se fue rozando el palo largo de Badía. Los de Óscar García eran mejores y rozaban el segundo gol en un buen centro de Mallo al que no llegaron Mina y Nolito.

Denis asistía a Aspas y solo un atento Badía era capaz de quitarle la pelota en el área chica. Almirón buscaba la reacción con tres cambios ya que el cuadro local era netamente inferior a un Celta que dejaba 15 minutos llenos de buen juego y grandes ocasiones.

Tapia, lesionado

En una acción en solitario Renato Tapia notó un pinchazo en su pierna e inmediatamente pidió el cambio. El internacional peruano sufría un problema muscular y Óscar García perdía al hombre que daba equilibrio al Celta al tener que dar entrada a Fran Beltrán con más de 25 minutos por jugar.

El Celta volvía a clamar contra De Burgos Bengoetxea por un posible penalti sobre Brais Méndez. Sin tiempo para lamentarse un centro de Mallo pudo acabar en gol, el lateral diestro estaba cuajando una buena segunda mitad con sus internadas por banda.

Aspas volvía a disponer de una doble ocasión pero el moañés estaba negado en este duelo, redondeando una noche negra con una amarilla por protestar un codazo de Boyé a Brais Méndez. El celeste terminó con una brecha en el pómulo sin que Boyé fuese amonestado. El colegiado lograba, un partido más, sacar de sus casillas al moañés.

Josan y Tete Morente lograron meter el miedo en el cuerpo al Celta cuando el encuentro entraba en los últimos minutos. El extremo ilicitano le ganaba la posición a Beltrán y Murillo y podía la pelota a escasos centímetros del palo derecho de Rubén Blanco. Al Celta, que había hecho todo para llevarse los tres puntos, se le acababa el tiempo.

Nino y Josema dispusieron de las últimas ocasiónes de un disputado encuentro donde el Celta mostró la mejor cara la temporada a pesar de no ser capaz de llevarse los tres puntos. Un empate que puede que no sea suficiente para que Óscar García, con el once más lógico del curso, salve su cabeza.