Un aburrido empate deja al Celta en tierra de nadie
Un punto en un partido lento, previsible, ramplón y sin ritmo. El Celta de Vigo arrancó un empate sin goles ante un Cádiz CF que se dedicó a defender durante los 90 minutos para salir a la contra. Y a pesar de superar el 75 por ciento de posesión las mejores ocasiones de gol llegaron para el cuadro local. Iván Villar tuvo que intervenir con acierto para evitar la derrota de un equipo que no fue capaz de descifrar el entramado defensivo de los pupilos de Álvaro Cervera.
Coudet es un entrenador con las ideas muy claras, no es habitual que sorprenda con sus decisiones y así sucedió una jornada más. Sin el delantero titular, un lesionado Santi Mina, optó por el suplente. Facundo Ferreyra formaba parte del equipo inicial a pesar de tener una fractura en los huesos propios de la nariz. El argentino protegía su cara con una mascara de protección. También regresaban al once los dos centrales con vitola de titular, Néstor Araujo y Jeison Murillo.
El objetivo era llevarse los tres puntos del Ramón de Carranza, para certificar la salvación, como quiere Coudet; o para seguir soñando con las plazas europeas, algo que ansía el vestuario. Enfrente estaba el siempre correoso Cádiz de Álvaro Cervera y González Fuertes, un colegiado de infausto pasada para el Celta de Vigo. Si no sorprendía el once de Coudet tampoco lo hacía el desarrollo del partido. El Celta tocaba y tocaba contra un rival agazapado que esperaba su oportunidad en una contra. Así llegó la primera gran ocasión del encuentro, una cabalgada en solitario de Sobrino contra el mundo.
El delantero llegó desfondado ante Iván Villar, que tapó el disparo evitando que el Cádiz se pusiese por delante en el 13'. Respondió Nolito con un disparo desde fuera del área al primer palo de Ledesma. El portero argentino despejaba el balón pero era Iván Villar, en el 19', el que acaparaba los flashes de las cámaras con una soberbia intervención a disparo de Malbasic. El de Aldán tocaba lo justo para que el balón chocase en el larguero. Coudet, visiblemente enfadado, no paraba de dar instrucciones desde el área técnica.
Gol anulado a Mallo
El juego celeste se atascaba en línea de tres cuartos. Denis Suárez y Tapia eran incapaces de encontrar una fisura en la doble línea defensiva propuesta por Cervera. Fútbol plano, lento y previsible el de un Celta huérfano sin la participación de Iago Aspas y Nolito. Fue precisamente Nolito el que se inventó un pase bombeado por detrás de la zaga local que cabeceó Mallo al fondo de las mallas. El VAR impidió que el gol del capitán subiese al marcador al señalar un ajustadísimo fuera de juego. Siguió dominando el cuadro celeste, los de Coudet rozaban el 70 por ciento de posesión, pero llegaron al descanso sin poder perforar la meta de Ledesma.
Salvi abría las hostilidades en la segunda mitad con una carrera de 60 metros. También lo intentaba Malbasic. Replicaba el Celta por medio de Mallo y Brais Méndez. El remate del canterano era despejado por un acertado Ledesma y las tablas se mantenían en el Ramón de Carranza en una segunda parte menos fluida. Coudet se veía obligado a suplir a Araujo, con alguna molestia muscular, por José Fontán.
Pases y más pases
El guion del partido seguía cumpliéndose línea a línea. Dominaba el Celta, con poco peligro, y esperaba escondido el Cádiz, muy seguro en su fortín defensivo. Entraban Baeza y Beltrán al campo por Nolito y Ferreyra. Menos pólvora arriba para ganar juego combinativo con el que sorprender a un Cádiz sin complejos, un equipo al que no le cuesta ceder el balón a su rival. Y sin pelota, a kilómetros del área rival y dando por bueno el empate volvieron a tener una de las mejores ocasiones del partido, una pelota al corazón del área chica a la que no llegó el Choco Lozano.
Los minutos pasaban, el Celta perdía talento sobre el campo con la salida de Denis Suárez por Augusto Solari, y nada sucedía en un partido que nadie recordará. Los dos equipos daban el punto por bueno, un empate que dejaba de forma definitiva al Celta muy lejos de las plazas europeas y con una cómoda ventaja sobre el descenso. Tuvo una última el Celta, ya con el tiempo cumplido, pero el encuentro estaba predestinado al empate y nada cambió.
Gustaria-me propor un xogo. Trata-se de comparar os goles anulados a Hugo Mallo e a Mariano (R. Madrid), e tamén o empurrón que sofre Aspas, e o que da Militao. Despois, analizade como actúan os medios, xornalistas ou comentaristas. Ao marxe do xogo, a realidade, xa está ben das aldraxes sufridas con cada arbitraxe, actuación ou desaparición do VAR polo CELTA. As liñas que lle tira o VAR ao CELTA, parecen un electrocardiograma, dun vivo moi vivo, e sempre no noso prexuízo. Xa está ben. Afouteza. SEMPRE CELTA