Iago Aspas regala al Celta la primera victoria de la temporada
El Celta de Vigo ha sumado la primera victoria de la temporada. Iago Aspas fue el autor del único gol del partido en Montilivi. Un tanto que llegó al comienzo de la segunda parte. Un remate del moañés fue suficiente para doblegar a un voluntarioso Girona FC. Tras una anodina primera mitad en la que solo los latigazos de Carles Pérez y un disparo, tan manso como sencillo de ejecutar, de Franco Cervi, Iago Aspas solucionó el trámite. Un gol que vale tres puntos y que da tranquilidad al equipo. Supo gestionar el trámite el cuadro celeste ante un Girona que buscó reaccionar sin fortuna. Una victoria, aunque sea por la mínima y ante un recién ascendido, siempre da confianza a un proyecto en construcción que necesita tiempo de trabajo.
Control de la pelota, con largas posesiones, contra la velocidad del Taty Castellanos. Dos delanteros pequeños, Carles Pérez y Aspas, buscando hacer daño en un gigantesco muro formado por Juanpe y Santi Bueno. Así arrancaba un encuentro en que la lesión de Yangel Herrera en los primeros compases, unida a la ausencia de Riquelme, daba al cuadro celeste una importante ventaja en mediocampo. La batalla por la posesión se decantaba para los de Coudet. Pudo ser mejor el arranque si Juan Carlos no sacase en la línea de gol un pase envenenado de Juanpe.
Dos contratiempos que hicieron mella en el Girona. Sin embargo el conjunto local supo sobreponerse y con el paso de los minutos ya era mejor que un Celta sin mordiente. Sufrían los vigueses las acometidas por banda de Yan Couto buscando siempre a Stuani. Así llegó el primer remate a puerta del partido. Se desesperaba Coudet en el área técnica con una defensa demasiado cerca del área de Marchesín. Solo los errores del Girona y alguna internada, con nula efectividad de Javi Galán, acercaban a los vigueses a la portería rival.
Muchos minutos de nada. De travesía en el desierto sin Aspas como guía. El moañés no era capaz de entrar en juego y el equipo se resentía. Solo una jugada de Cervi, con taconazo de Óscar Rodríguez y flojísimo disparo del volante argentino animaban a un Celta desaparecido. Antes lo había intentado Miguel Gutierrez con un disparo con la zurda desde la central en una media hora decepcionante. Santiago Bueno rozaba, desde su 1,90 de altura, el 1-0 en el minuto 37 en un saque de esquina en el que se había zafado de Aidoo.
Aparecía, ya al filo del descanso, Carles Pérez. El delantero intentó batir a Juan Carlos con un acrobático remate que recordaba el famoso 'Escorpión' de René Higuita. Tuvo una más con un durísimo disparo desde la frontal que se sacó de encima el portero local con una complicadísima intervención. Todo lo que el Celta no había sido capaz de generar en 40 minutos le salía, al menos en ocasiones claras de gol, en los últimos cinco de la primera mitad. Óscar Rodríguez lo intentaba con un disparo raso al palo corto que atajaba Juan Carlos. También aparecía Aspas con una internada por el costado derecho en el que sacaba una peligrosa falta que terminaba en saque de esquina. Sin juego pero al menos con un arreón final cerraban los de Coudet el primer acto.
El de siempre, el futbolista eterno, aparecía al fin. En su segunda acción del partido ponía por delante al Celta. Iago Aspas solo tenía que tener unos segundos el balón para hacer su trabajo, marcar gol. El moañés recibía un pase en profundidad de Carles Pérez. Se iba de los centrales para plantarse delante de Juan Carlos. Con un disparo cruzado al palo largo ponía en ventaja a los vigueses en el 48'.
Reaccionaba el Girona con una gran ocasión para Ureña que salvó Marchesín. También se soltaba Óscar Rodríguez con un potente disparo desde fuera del área. El Celta se echaba atrás. Cedía metros. Apretaba el cuadro local con Renier y Samu Saiz ya en el campo. Coudet perdía por lesión a Renato Tapia. Reaccionaba el técnico dando entrada a Solari y Veiga por el peruano y Carles Pérez. Reforzaba su medular para aguantar el 0-1 en los últimos 20 minutos del partido.
Pudo sentenciar el choque el Celta si Solari hubiese embocado el regalo de Iago Aspas. El moañés se inventó un pase imposible a la frontal desde el costado izquierdo que dejó solo al volante argentino. Los tres puntos eran un botín demasiado importante. No quería el conjunto olivíco perder la exigua ventaja de la que disfrutaba cuando el electrónico alcanzaba el 85'. Buscaba contemporizar la escuadra celeste. Alejar la pelota de la meta de Marchesín. Lo logró. El conjunto local apenas rondó el área viguesa a pesar de un largo descuento donde estuvo más cerca el 0-2 que el 1-1. El Celta suma la primera victoria de la temporada gracias al de siempre, a Iago Aspas Juncal.