El balance de Marián Mouriño, del 'Grazas Presi' al futuro del Celta: "Mi idea es un club humano, cercano, de todos"

Marián Mouriño, presidenta del Celta de Vigo, hizo un largo repaso a los casi dos años que lleva al frente del club vigués en ElDesmarque. Dos temporadas "de luces y sombras" en las que se cometieron errores  en la parcela deportiva como la contratación de Rafa Benítez y grandes aciertos, con el ascenso de Claudio Giráldez. La máxima responsable del club recuerda el legado de su padre Carlos Mouriño. Da las claves de cómo entiende que debe ser el Celta, como institución que representa y defiende los valores de la sociedad viguesa y gallega, y desgrana las claves de su futuro, con Galicia Sports 360º como pieza clave.

También habla de As Celtas, el proyecto de fútbol femenino que ha arrancado bajo su presidencia, o de si siente que el mundo del fútbol, como única presidenta en LALIGA EA SPORTS, es machista.

¿Qué balance hace la presidenta de sus dos temporadas completas al frente del Celta?

Si contamos las dos temporadas como completas, luces y sombras. La primera mucho más difícil, fue una temporada muy dura de tomar decisiones y cambiar el rumbo pero con la idea clara de hacia dónde teníamos que ir. En la segunda conseguimos un poco completar y establecer todo lo que teníamos en la cabeza. Llevar toda esa estrategia al terreno de juego, a la competitividad, a la conexión y a al apartado económico.

En esa primera temporada se apuesta por un entrenador con una gran historial, con jugadores contrastados pero no sale bien. Se termina el curso con Claudio Giráldez, se logra la salvación y se hace con una importante aportación de la cantera ¿Es la cantera el salvavidas deportivo y económico del Celta?

Creo que se fueron dando un poco las cosas, es verdad que parece que las decisiones no están coordinadas pero luego al final cuando te das cuenta y ves que estás empezando a apostar por un club de identidad, por tus raíces, por esa conexión con la gente, y de repente quieres cambiar el rumbo deportivo tienes en casa la solución como era Claudio.

Con Claudio ya habíamos hablado y queríamos que en algún momento llegase a ser el entrenador del primer equipo pero había un contrato antes con Benítez y él lo entendía. Pero entonces se empiezan a dar las las cosas y las circunstancias para que todo cambie igual que lo que sucedió con el director deportivo.

Antes había un director deportivo externo y nosotros buscamos un director deportivo que apueste por la cantera, que haya crecido un club desde su cantera como es el caso de Marco Garcés. Entonces empiezas ya a alinear todas las piezas mucho más rápido de lo que pensabas por una situación complicada deportiva y empiezan a darse todas las circunstancias para que hoy veamos lo que lo que vemos.

Del plan inicial, con Rafa Benítez y Luís Campos, al actual ha habido un cambio radical con un camino llego de obstáculos ¿Ha sido la capacidad adaptativa del club la que ha logrado que en solo dos temporadas se pase del rozar el descenso a estar en Europa?

Es increíble como el cambio de rumbo lo han acogido, entendido y apoyado dentro del club. Todos los trabajadores cuando empezábamos a hablar con ellos, con los directores como cabeza, que es con los que trabajamos más en el día a día, empezaron a a entender, a aportar y a implementar todos estos cambios porque realmente los sentían.

Todos estamos motivados pensando cómo potenciar esto tan bonito que estamos construyendo. El consejo de administración también ha sido una parte fundamental y clave en todo este recorrido, han estado muy implicados, la verdad porque han cambiado mucho las cosas en estos meses.

No sé si se puede hablar de una enmienda a la totalidad de la etapa anterior, presidida por tu padre.

Creo que se recoge un legado. El Celta está hoy porque antes el presidente asumió el riesgo de sacarlo de un concurso de acreedores. De darle patrimonio y una solidez económica que hoy en día nos ha ayudado a soportar esas pérdidas que llevamos dos años. La herencia ha sido muy buena porque esos fondos propios positivos de los que hablamos son una herencia del pasado.

Por eso hay que darle muchísimo valor a lo que hizo el Consejo de Administración antes y el presidente. Rescataron al club, lo sacaron de un momento muy complicado económicamente y deportivamente, lo devolvieron a Primera División y lo mantuvieron en Primera División muchos años. Eso no es fácil.

Qué les pasaba, yo creo que sí es verdad que tenía mucho que trabajar en el ámbito social en esa conexión y en el ámbito institucional. Eran temas que que que no los tenían como prioritarios y no trabajaban en ellos.

Cada uno tiene sus estrategias, su forma de de gestionar, y yo me quedo con la parte tan buena que hicieron los anteriores, con mi padre a la cabeza, en esa gestión económica del club, en esa solvencia que le dio al Celta y con ese patrimonio como A Sede en la que hoy estamos. Pero mi idea era convertir esto en un club humano, cercano, que se sintiera que era de todos. Es en lo que trabajamos y empezamos todos a sentirlo.

Como hija, ¿Cómo viviste esos años en los que se pasó de la pancarta 'Grazas Presi' al final tan abrupto que se vivió con una desconexión muy importante con la grada y con un claro conflicto institucional?

Del 'Grazas Presi' a después hubo un antes, vivimos un descenso, un concurso... Entramos con una situación muy complicada en lo deportivo, económico e institucional. En esa parte yo estaba implicada en el club y fueron unos años muy difíciles, los primeros fueron años muy complicados.

Después es verdad que vino toda esa estabilidad, salimos del concurso, se ascendió, entramos en Europa. Todo eran agradecimientos pero después pues vino otra época más complicada, pero eso es el fútbol. No creo que esto sea el proceso del Celta o de mi padre, lo ves en cualquier equipo de fútbol y es muy raro mantener todo bien durante los 17 años en los que estuvo él.

Creo que si miramos a todos los clubs no encontraremos muchos o casi ninguno que 17 años haya un 'Grazas Presi' porque al final en el fútbol hay épocas mejores y épocas peores. A veces aciertas y otras no aciertas en los fichajes, con los jugadores, con lo que pasa anímicamente. Tenemos que prepararnos porque hoy estamos viviendo un momento muy bueno pero a lo mejor también nos toca vivir uno muy malo.

Entre todos los cambios en estos meses hay varios fundamentales. Recuperar la conexión con el celtismo y con las instituciones, como el Concello de Vigo. ¿Son decisiones que se consultan en la familia o en el momento de asumir la presidencia del Celta te sientes con la libertad de asumir un nuevo rumbo para el Celta?

Tenemos autonomía total. Queríamos tener esa conexión con la comunidad, lo teníamos muy claro. Yo siempre estuve al lado de las peñas, luego me desvinculé porque me fui a vivir fuera y porque trataba de no meterme pero sabía lo que necesitaban, lo que querían, los escuchaba y escuchaba a la gente del club cuando me decía 'Tenemos que volver a estar en Vigo, tenemos que ser otra vez el equipo de Galicia, tenemos que representar los valores del club de fútbol que somos y y que representamos'.

¿Fue complicado tender puentes que llevaban años rotos?

Creo que fue fácil porque hubo voluntad de las partes, siempre lo digo. La verdad es que el alcalde desde el primer momento fue muy accesible y muy abierto. Quiso y entendió también que era importante estar con el club. Él también quería estar cerca del Celta porque es muy celtista y porque quiere a Vigo y si quieres a Vigo tienes que querer al Celta pero es verdad que esa confianza se va construyendo y se va ganando.

En las primeras reuniones yo le presenté el proyecto que tenía encima en la mesa, le dije lo que quería para el club, nos empezó a conocer y nos fuimos ganando su confianza. Sabe como trabajamos. Han salido las cosas, está contento de ver a la ciudad contenta alrededor del Celta y yo creo que eso para un alcalde pues también es una gran satisfacción.

Hablo del alcalde pero también del resto de instituciones. Hemos tenido la puerta abierta con todos, nos hemos sentado con todas las instituciones, algunas han sido más públicas y otras no. Nos hemos hablado con todos los partidos políticos, con todos sus representantes y todos conocen nuestro proyecto. Trabajamos mucho detrás de cámaras para seguir manteniendo esa relación con las instituciones.

Otro cambio radical ha sido en el ámbito comunicativo. El Celta ha recuperado el gallego, aprovecha su altavoz para poner en valor las raíces y la cultura gallega, ¿Se planifica?

Lo fuimos sintiendo y viviendo. Cuando vives muchos años fuera y ves a un padre emigrante que siempre añoraba volver a Vigo, que nos ponía cuando éramos pequeños 'A Roda' en el coche en una ciudad de México de muchos millones y aunque en mi casa no se hablaba gallego sí tienes esas raíces, esa comida, esa música. 

Cuando volvimos para mí el Celta es Galicia, son esas raíces, esa identidad. Todo el mundo lo adoptó rápido, lo entendió y lo potenció a partir de esa chispa.

Esa manera de comunicar, de querer dejar claro qué es el Celta, qué quiere transmitir al mundo se vivió en Balaídos con 'Fillas de Cassandra'. Enfrente estaba el Real Madrid de Vinícius, con toda la polémica existente con los insultos racistas que había sufrido. El Celta aprovecha su altavoz para lanzar un claro mensaje contra el racismo, el machismo y la homofobia.

El fútbol tiene que respetar a todo el mundo y y fomentar esos valores. Se fomentan desde LaLiga y los fomentamos nosotros. Fillas de Cassandra fueron totalmente libres de expresar lo que ellas sentían, algo que está muy alineado con los valores del club y con lo que debería de ser el fútbol. 

No nos preocupó en ningún momento que pudiera afectar al ambiente, sino al contrario. Tenemos que defender esos valores de igualdad, de no racismo. El fútbol debe de ser algo como lo que hemos estado viviendo en Balaídos, un espectáculo de todos donde todos vamos a disfrutar donde obviamente el resultado es importante, pero lo más importante es todo lo que se genera también alrededor.

Al final ayuda a que los resultados lleguen, estoy convencida de que muchos puntos en Balaídos se han conseguido por esa conexión, esa unión que tenemos entre todos, eso suma puntos. Lo vemos en los goles, en qué grada y qué porterías son. Es un mensaje que caló no solo en el primer equipo.

No podemos seguir siendo ese club que todo el mundo viene y dice, 'Bueno, qué bien juegan' pero al final nos ganan. Para llevarse un punto de Balaídos aquí les va a costar. Es lo que empezamos ya a cambiar este año.  Tenemos que conseguir que Balaídos sea ese fortín que no nos dejen ni que nadie se lleve un punto fácil.

Viendo cómo se comunica el Celta, qué mensajes busca trasladar a la sociedad, ¿Cree que el fútbol es machista?

Yo no no lo percibo así, pero no lo sé porque tampoco le presto mucha atención. Creo que la igualdad se tiene que trabajar desde lo que nosotros hacemos. Desde el equipo femenino, el darle oportunidades a las niñas e incluso ver algo normal mi presidencia. No verla como algo excepcional porque soy mujer. Quien esté preparado, sea hombre o mujer, puede asumir y representar cualquier cargo.

Reformulo la pregunta, ¿Son los palcos de fútbol machistas, le tratan distinto por ser mujer?

No, yo siento que hay más hombres que mujeres, pero bueno, porque es un tema histórico. El fútbol siempre ha sido más de hombres e incluso las aficiones eran mucho más hombres, antes no podían ni ir la mujeres al fútbol. La evolución es más lenta de lo que nos gustaría.

Pero no lo noto como un tema de machismo, lo veo como un tema de cultura pero ahora vemos muchísimas más mujeres, de hecho, Balaídos tiene una de las aficiones con más mujeres en el fútbol español, pasamos del 30% de mujeres, es un número alto para LaLiga. Creo que cada vez hay más mujeres en los consejos de administración y los palcos son más igualitarios y eso se verá cada vez con mayor normalidad. 

La presidencia de Marián Mouriño no tendría sentido sin As Celtas.

El Celta no tenía sentido sin un equipo de fútbol femenino. Llegaron As Celtas y estamos disfrutando un montón. 

El club ha apostado por el fútbol femenino, ha invertido recursos, ha apostado por dotar el proyecto de nuevas instalaciones, ha creado de la nada una cantera, ¿Cuál es límite de As Celtas, Liga Femenina?

El objetivo de As Celtas es seguir dando esas oportunidades y acercando a la cantera. Queremos crecer alrededor de nuestras canteranas porque tenemos generaciones de chicas que vienen muy fuertes. Queremos, obviamente, reforzar un poco el el primer equipo para afrontar la categoría de Segunda RFEF pero nos centramos en la consolidación del proyecto.

Este año decíamos que ascender no era el objetivo único, sino consolidar el proyecto y aprender todos de un año con un proyecto nuevo. Se ascendió porque las cosas se han hecho bien. Esa sigue siendo un poco la idea.

¿Hay miedo con una posible bajada de ingresos por derechos televisivos. Trabaja y se prepara el Celta para este posible problema?

Todos tenemos que prepararnos para tener esos ingresos extraordinarios. GS 360 es parte de ese plan pero por ahora no contemplo que tengamos que llegar a suplir esos más de 40 millones que recibimos de derechos de televisión, eso sería complicado.

Pero eso ya ha sucedido en Francia. Los operadores de televisión se han retirado. ¿No hay temor a que eso se pueda extender a otros países?

A ver, siempre tienes incertidumbres de qué pasa en los sectores y tienes que ir viendo lo que pasa en otros lados pero la Liga española está mucho mejor posicionada que la Liga francesa. Creo que el trabajo que se hace desde LaLiga para estos derechos televisivos, el irlos trabajando y abrir otros mercados, nos va a posicionar.

Hoy las audiencias que tenemos, la repercusión que tiene LaLiga, sus jugadores, entrenadores y sus resultados hace que sea muy difícil pensar que la Liga española no sea de interés para las cadenas de televisión.

Además de los derechos televisivos no está viviendo el fútbol español de la burbuja que supone vender jugadores a dos mercados como el de Inglaterra y Arabia Saudí. Dos competiciones con clubes-estado donde el dinero parece casi infinito. El Celta ha traspaso a Gabri Veiga y Larsen a esos mercados por 60 millones de euros.

Como en todos los sectores los mercados te van marcando. A veces hay mercados que tienen más dinero o que compran jugadores por algún interés pero como cualquier empresa en otros ámbitos. Ahora es verdad que es Arabia y la Premier, que siempre está ahí porque ingresan más dinero que LaLiga.

Creo que se va a mantener unos años pero en Arabia ya están cambiando el modelo de qué jugadores compran. Los importes también se están regulando. En Arabia entraron muy rápido en este mundo pero ahora sus directores deportivos y sus estructuras ya son más europeas, con gente que controla y maneja más los presupuestos.

Ahora hablas con ellos y ya no van a comprar todo a cualquier precio. Obviamente les costó un poco aprender, pero ahora ya saben un poco más lo que hacen. Pero en Arabia hay dinero y el dinero se va a mover así que van a jugar un papel importante en unos años.