González Fuertes, desde el VAR, corrige a De Burgos Bengoetxea y manda la final de Copa a la prórroga
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El colegiado pitó penalti de Asencio sobre Raphinha en el último minuto
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El VAR corrigió la decisión y amonestó a Raphinha
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El Barcelona se proclama campeón de Copa del Rey en un partido donde reinó el fútbol
La final de la Copa del Rey está que arde, y así lo ha demostrado incluso en el descuento. Con un 2-2 en el marcador en el minuto 96, De Burgos Bengoetxea pitó penalti de Raúl Asencio sobre Raphinha. La grada culé enloqueció, mientras que los jugadores madridistas pedían intensamente la intervención del VAR.
Fue entonces cuando González Fuertes llamó a su compañero. En el monitor pudo apreciar que el contacto del central blanco era inexistente, corrigió su decisión y sacó amarilla a Raphinha por simular la falta dentro del área. El encuentro fue entonces a la prórroga.
González Fuertes corrigió a De Burgos Bengoetxea
A pesar de la polémica generada entorno a la designación arbitral y a las palabras de Pablo González Fuertes en rueda de prensa, el colegiado ha dado una segunda vida al Real Madrid en la final de la Copa del Rey.
En el último minuto del encuentro, Raphinha encaraba a Raúl Asencio con el balón en los pies. Fue entonces cuando el central intentó robarle el balón con una entrada que al principio pareció contundente ante los ojos de De Burgos Bengoetxea. El colegiado señaló el punto de penalti rápidamente, pues estaba cerca de la jugada.
Asencio se alejó negando tajantemente que hubiera cometido la falta, mientras sus compañeros insistían en que se revisara la jugada. El VAR sí apareció, llamando al colegiado al marcador para que examinara de cerca la polémica jugada. En estas tomas se apreciaba como realmente no existe contacto: Raphinha se tira al sentir cerca a Asencio. Corrigiendo su decisión, anuló la pena máxima y mostró la cartulina amarilla al brasileño por el 'piscinazo'.
Envió el encuentro a la prórroga, evitando así que un penalti que no era en el último minuto decidiera una final de Copa del Rey donde los árbitros han estado más en el punto de mira que nunca.
