Dos jugadores del Ourense se pelean por tirar un penalti en la prórroga contra el Oviedo
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Kensly y Guerrero se pelearon... y terminaron fallando el penalti
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Primera ronda de Copa del Rey: todos los resultados del martes con el primer Primera eliminado
El Ourense CF ha dado la primera gran sorpresa de la Copa del Rey al eliminar al Real Oviedo en esta primera ronda. Todo un bombazo para tambalear la estabilidad del club asturiano, que sigue sumido en una crisis de resultados. Si no fuera suficiente su situación clasificatoria en LALIGA, en puestos de descenso y con solo dos triunfos en diez partidos, la eliminación copera supone todo un jarro de agua fría para el club presidido por Jesús Martínez, que hace solo unos días sorprendía por su pretencioso deseo de llegar a puestos europeos.
Nada más lejos de la realidad, el Ourense Club de Fútbol le asestó todo un baño de realidad eliminándole en la prórroga. Y a un solo paso de endosarle una manita. Solo Moldovan, en su debut, evitó el 5-2 en contra del Oviedo, gracias a su notable parada en el penalti que tuvieron los locales a favor en el último suspiro de la prórroga.
El Ourense terminó fallando el penalti
Los miles de aficionados congregados en el Estadio de O Couto festejaban con olés lo que ya era un triunfo seguro, pero querían más. Querían la sentencia. Un éxtasis que contagió hasta a los propios jugadores, dado que todos ansiaban sumarse a la fiesta. Y así se vio en esa pena máxima. El colegiado, que señaló un primer penalti minutos antes, volvió a pitar otro en la última jugada de partido. Fue ahí cuando Guerrero, que había provocado el penalti por un derribo de Javi López, y Kensly Vázquez se pelearon por decidir quién era el lanzador.
Los dos futbolistas del Ourense tuvieron una pequeña discusión durante varios segundos, e incluso preguntaron al entrenador quién debía tirarlo. Ninguno se ponía de acuerdo y forcejearon con el balón en las manos, hasta que Guerrero se llevó al gato al agua. Lo lanzó... y lo falló, adivinándole Moldovan sus intenciones. Una jugada que se convirtió en una de las anécdotas del día, aunque por suerte para los locales no tuvo ningún efecto. Y segundos después estalló la fiesta.