Óscar Gilsanz desvela el estado físico de Rafa Obrador y su regreso: "No tenía buenas sensaciones"

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No viajó por precaución
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Continuó trabajando en Abegondo para volver cuanto antes
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Pablo Martínez y la afición del Deportivo estallan contra Muresan Muresan tras los dos penaltis de VAR
El Deportivo de La Coruña suma y sigue y en esta ocasión regresó de Anduva con un punto en el bolsillo. Un empate valioso en un encuentro loco, cargado de polémica y de penaltis, que prácticamente sella la permanencia de los herculinos en LALIGA HYPERMOTION pese a que desde el club se guarda cautela. Esa misma precaución fue la que tomó Óscar Gilsanz y su cuerpo técnico con Rafa Obrador.
El lateral zurdo, cedido por el Real Madrid, no estuvo a disposición de su equipo frente al Mirandés debido a unas molestias que le impidieron llegar a la cita en buenas condiciones. Lo intentó hasta el último momento, pero el cuerpo técnico prefrió no arriesgar a que se hiciera más daño.
En la rueda de prensa posterior al choque, el míster desveló cuál es su estado físico y cuándo podría estar de nuevo junto a sus compañeros. "En el último entrenamiento que tuvimos antes de venir no tenía buenas sensaciones con alguna molestia y le dijimos de esperar para intentar que esta semana pudiese entrenarse con normalidad. Es cierto que tenía alguna molestia que le impedía tener confianza. Tampoco íbamos a hacerle venir hasta aquí, preferimos que se quedara trabajando en Abegondo para que se vaya recuperando cuanto antes", explicó el míster.

Un punto de buen sabor para el Dépor
El partido en Anduva arrancó con ritmo intenso y un aviso serio por parte del conjunto gallego, que robó un balón en la medular, con Mario Soriano llevando la batuta en la conducción y sirviendo a Yeremay, que apareció por la banda izquierda con velocidad y decisión, pero su potente disparo se estrelló en el palo, dejando el primer susto para los locales al minuto de juego.
Solo unos minutos después, llegó el gol visitante tras un grave error en la zaga del Mirandés que permitió a Villares encontrar espacio de sobra en la frontal y, con sangre fría y precisión, superó a Raúl Fernández, que quedó vendido ante la pasividad defensiva de su equipo.
Tras el gol, el conjunto de Óscar Gilsanz bajó el ritmo y permitió al Mirandés tomar el control del balón, aunque sin traducir su dominio en ocasiones claras. La más peligrosa la tuvo Izeta, que recibió de espaldas en la frontal, giró con clase y sacó un disparo raso que también se estrelló en el palo.
La segunda mitad en Anduva comenzó con el Deportivo buscando ampliar su ventaja y avisando muy pronto, una acción que fue el preludio del despertar local. El empate llegó tras una jugada caótica dentro del área visitante en la que Panichelli cazó un balón suelto y reventó el travesaño con un disparo potentísimo; el rechace cayó en el área pequeña, donde Joel Roca se lanzó en plancha para cabecear al fondo de la red.
Pero la polémica volvió a aparecer en escena y otra vez del lado local por una posible mano dentro del área que no fue sancionada en primera instancia por un supuesto fuera de juego de Tosic. El VAR, sin embargo, corrigió al colegiado y tras una larga revisión, se decretó penalti por una mano de Pablo Martínez y esta vez no hubo fallo, Panichelli asumió la responsabilidad y, con un disparo seco y engañando completamente a Leite, puso el 2-1 y su decimoséptimo tanto de la temporada.
El Deportivo, herido, reaccionó, aunque Egiluz pudo hacer la sentencia del Mirandés, sin embargo, no supo aprovechar una ocasión clarísima dentro del área. Ya en los últimos minutos, cuando el Mirandés trataba de gestionar su ventaja, una acción aislada cambió el guión y el Deportivo tuvo la oportunidad de empatar el encuentro después de que Egiluz sujetó a Zakaria dentro del área y el árbitro no dudó en señalar penalti. Yeremay, con frialdad y mucha clase, batió a Raúl Fernández para firmar el empate con un lanzamiento impecable.