El entorno barcelonista se agita contra Bartomeu
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La directiva del Barcelona puede vivir un verano agitado por los movimientos que se están produciendo en el entorno del club, en el que algunos actores conocidos y otros no tanto plantean acciones de protesta que van desde la solicitud de dimisión del equipo que preside Josep Maria Bartomeu hasta la posibilidad de proponer una moción de censura.
La vida enquistada del FC Barcelona en los tribunales desde hace años ha tomado un rumbo inesperado en las últimas semanas con el encarcelamiento del expresidente Sandro Rosell, aderezado todo ello con informaciones en los últimos días en las que se insinuaba que la Guardia Civil podría tener la sospecha de que el exmandatario podría haber cobrado comisiones de Catar por el patrocinio de la camiseta del Barça.
Esto ha hecho que el club haya reaccionado esta misma tarde con una nota aclaratoria en la que niega dicha comisión, pero desde hace semanas un grupo de socios está sondeando la posibilidad de plantear una moción de censura, que de impulsarse sería una de muchas que se han puesto en marcha, aunque solo dos acabaron votándose: contra Josep Lluís Núñez (1998) y Joan Laporta (2008).
Además de estos movimientos, un grupo activo desde hace años denominado 'Manifest Blaugrana' ha convocado a los socios para que se manifiesten contra la junta del Barcelona el sábado en el Camp Nou, donde el club ha organizado un acto para conmemorar la primera Copa de Europa que ganó el Barça (1992).
"Echemos a la junta más mentirosa e incompetente de la historia del Barça", reza uno de los lemas de la convocatoria de este grupo de socios azulgrana.
Asunto Neymar y Laporta
La resolución de algunos casos en la Justicia, que todavía tiene pendiente de dilucidar el asunto Neymar-2, es uno de los argumentos que ha impulsado esta agitación contra la junta directiva.
Primero fue cuando la junta de Bartomeu pactó con la Fiscalía y la Abogacía del Estado por el caso Neymar, por el cual el club pagó 5,5 millones de multa, lo que permitió que Bartomeu y Sandro Rosell quedaran exonerados de cualquier responsabilidad por dos delitos fiscales en la operación del fichaje del jugador brasileño.
El segundo, hace pocas semanas, cuando la Audiencia Provincial dio la razón a la junta de Joan Laporta en la acción de responsabilidad que le presentó la directiva de Sandro Rosell, en la que le solicitaba que pagase las pérdidas de más de 40 millones de euros que, según la reformulación de las cuentas de la junta entrante en el verano del 2010, había originado el periodo del mandato de la anterior junta.
Tras esta victoria por segunda vez en los tribunales (en primera instancia y en la Audiencia), Laporta solicitó la dimisión del presidente Bartomeu, quien pocos días después apareció en público para enfatizar que la sentencia del tribunal en realidad le había dado la razón al Barça.
Los movimientos Benedito
Otro actor en el entorno azulgrana, el excandidato a la presidencia barcelonista en los años 2010 y 2015 Agustí Benedito, también solicitó la dimisión de Bartomeu tras conocerse el fallo de la Audiencia.
Precisamente, Agustí Benedito ha convocado este jueves a los medios en el Colegio de Periodistas (12:00 horas) para abordar la actualidad barcelonista después de haber sido uno de los socios más activos en los últimos años en denunciar los problemas que originaba la unión entre Catar y el FC Barcelona.
Ni el propio interesado ni miembros de su equipo han querido desvelar el contenido de la cita con los medios de este jueves.
De cobrar cuerpo esta protesta de diversas facciones del entorno barcelonista contra Bartomeu, sería la segunda vez que el actual presidente afrontaría una crisis, después de que en la primera saliese airoso aunque nada preveía que podría resultar así.
En el primer año de Luis Enrique Martínez en el banquillo del Barcelona (temporada 2014-15), una derrota en Anoeta (1-0) supuso un momento de máxima inestabilidad, debido a un encontronazo que se produjo entre jugadores, especialmente Lionel Messi, y el entrenador.
Ante la posibilidad de recibir una pitada en el Camp Nou en el siguiente partido (frente al Atlético de Madrid), Bartomeu se reunió con el vestuario e informó de que adelantaría las elecciones al verano de 2015.
La jugada le salió redonda a Bartomeu, quien ocupaba el cargo tras la dimisión de Rosell.
Bartomeu no tenía ningún ascendente entre la masa social, pero el triplete de aquella temporada le otorgó una gran popularidad que se plasmó en las urnas con una victoria incontestable por mayoría absoluta contra sus rivales: Joan Laporta, Agustí Benedito y Toni Freixa.