De pedir su salida a fijo para Quique Setién: el comodín del FC Barcelona
Tras el tanto ante el Valladolid (0-1) que dio al FC Barcelona tres puntos vitales en la pugna por el título, el chileno Arturo Vidal no solo se afianza como cuarto máximo goleador del equipo azulgrana en lo que va de curso (8 dianas), sino que refrenda su condición de fijo para Quique Setién.
Desde que se reanudó la competición tras el parón por el coronavirus, el centrocampista ha sido titular en siete de los nueve encuentros disputados hasta la fecha, jugando un total de 620 minutos en los que ha transformado 2 tantos.
A sus 33 años, el internacional chileno ha convencido a su técnico para afrontar el último tramo de temporada en la persecución del Barcelona para evitar el título del Real Madrid.
Ausentes Frenkie de Jong, lesionado, y el brasileño Arthur Melo, sin protagonismo tras oficializar su fichaje por el Juventus, Arturo ha aportado gasolina y gol a un equipo falto de consistencia física a lo largo de los 90 minutos.
Sin ir más lejos en el último partido contra el Valladolid, el Barça completó un notable primer tiempo, en el que pudo sentenciar el encuentro, y acabó pidiendo la hora ante un rival que generó peligro para empatar el encuentro.
En Pucela, Vidal volvió a completar los 90 minutos. Ya lo hizo en cuatro jornadas consecutivas contra Athletic Club, Celta de Vigo, Atlético de Madrid y Villarreal antes de que Quique Setién le diera un respiro jugando 19 minutos ante el Espanyol.
Su último gol define a la perfección su fútbol intuitivo, de ejecución rápida. Situado por detrás de los delanteros, pisó el área, recogió un balón del argentino Lionel Messi, controló con la diestra para cruzar un disparo fuerte y seco que entró a la red tras tocar el palo.
Fue el octavo tanto del chileno en lo que va de curso, todos ellos en LaLiga Santander, y se convirtió, así, en el cuarto máximo goleador del equipo azulgrana en el presente curso, solo por detrás de los delanteros Leo Messi (27), Luis Suárez (18) y Antoine Griezmann (15).
Vidal, además, es el tercer centrocampista con más minutos en las piernas (2.034) tras Sergio Busquets (3.113) y Frenkie de Jong (3.003).
Unas cifras que contrastan con los minutos que el chileno dispuso en los primeros compases del curso, cuando mostró su malestar por el papel que desempañaba en el equipo.
"Si en diciembre, o cuando acabe la temporada, no siento que soy importante aquí, tendré que buscar una solución y ampliar horizontes para ser importante", aseguraba en noviembre de 2019.
Su situación ha cambiado y, desde la llegada en enero de Quique Setién en sustitución de Ernesto Valverde, Vidal ha sido titular en 11 de los 17 encuentros que el técnico cántabro ha dirigido en LaLiga.
El preparador del Barcelona lo utiliza en todos los contextos, ya sea en el 4-3-3 clásico, en el 4-4-2 en rombo que probó ante el Atlético de Madrid y el Villarreal o en el 3-5-2 con el que sorprendió al Valladolid.
Alejado de los cánones del centrocampista delicado y técnico que tradicionalmente encaja en el fútbol azulgrana, la fuerza del jugador santiaguino ya no solo es un comodín para un equipo que afronta los últimos partidos de la temporada muy justo de fuerzas.