El chupón de Lamine Yamal

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Lamine Yamal, un genio del fútbol
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Notas a los jugadores de la selección española ante Turquía
Hace ya casi seis años, allá por diciembre de 2019, el que escribe estas líneas conoció en persona a un niño menudito del Barcelona llamado Lamine Yamal. Lógicamente ya me habían hablado maravillas del muchacho, uno de los mejores jugadores del torneo de LaLiga Promises disputado en Abu Dabi. Pero en esas tierras lejanas no se vio al mejor Lamine Yamal. Eliminado por el Sevilla en los penaltis, se quedó sin final (ganada por el Real Madrid de José Reyes), pero todos vimos de lo que podía ser capaz. Y vaya si lo ha sido. Un futbolista estratosférico que puede ganar todo lo que quiera.
Pero ya en aquel torneo había quien hablaba de Lamine como un chupón, que no podía regatear tanto. Que en niños de tan corta edad no se podía defender el regatear una y otra vez, casi siempre sin pasar el balón al compañero. Pues yo defiendo lo que hacía, vaya si lo defiendo. Al niño hay que dar libertad desde el primer día, no atar en corto al nuevo fútbol del bloque bajo, coberturas y transiciones verticales. Y saco esto a colación de las jugadas que repitió ante Turquía en la primera parte, sin goles finales. Muchos regates, maravillosos todos, pero sin el premio definitivo. Los educadores-entrenadores deben enseñar a los niños desde el primer día, pero sabiendo que no todos son iguales. Y Lamine es muy diferente al resto.
Un genio diferente
A Lamine, como genio que es, hay que decirle que encare, que regatee, que se vaya en velocidad, que tire a puerta. Sus compañeros no se van a enfadar porque saben que es muy bueno, que fallará, pero que otras muchas veces la jugada acabará en gol. Es un crack desde muy joven y quién sabe si será el mejor de la historia. Chupón, sí, pero un excelente chupón. Uno paga mucho dinero de una entrada para ver jugadores así.
De la Fuente, o Flick, dan su sitio a Lamine. Pero traigo a estas líneas a Xavi Hernández. Fue el que dio la oportunidad a todo el mundo de conocer a este monstruo del futbol. El primero en la elite que le dijo a Lamine lo que tenía que hacer. Lo mismo que decía el entrenador del Barcelona en la Promises. Regatea, Lamine, regatea. Que de chupones malos ya está aburrido el fútbol en toda su historia (esto lo digo yo).