Así se impuso Limak en el concurso del Camp Nou pese al informe negativo de los técnicos: "Decisión jerárquica"

El periodista de SER Catalunya, Adrià Soldevila, ha vuelto a arrojar luz sobre la polémica adjudicación del nuevo Spotify Camp Nou. En declaraciones a ElDesmarque Madrugada, confirmó que Limak, la constructora turca elegida por el Barça para remodelar el estadio, fue inicialmente suspendida por los técnicos al no saber justificar los plazos de ejecución. La investigación de la SER reveló que la empresa era la peor puntuada en el informe técnico original, pero acabó ganando el concurso por "decisión jerárquica".

"Suspendían a Limak por no saber justificar el calendario"

En el programa, Soldevila fue claro: "Suspendían a Limak por no saber justificar el calendario de las obras. Ferrovial y Fomento dijeron que era imposible volver el 24 de noviembre de 2024", añadía sobre las competidoras de la empresa turca.

Esa frase resume el núcleo del problema. Los técnicos del Espai Barça consideraban irrealizable la fecha prometida por Limak para el regreso al estadio, un calendario que se convirtió paradójicamente en el principal argumento para otorgarle el contrato.

Según la documentación interna a la que accedió la Cadena SER, el informe técnico del 28 de diciembre de 2022 colocaba a Limak como la peor valorada de las tres candidatas, con menos de 50 puntos sobre 100. Dos días después, el 30 de diciembre, la puntuación se modificó: pasó a ser la mejor con 74 puntos, superando a Ferrovial y FCC. La diferencia, precisamente, estaba en el apartado de plazos y justificación del calendario.

"Las decisiones se toman de manera jerárquica"

Adrià Soldevila también explicó cómo se tomó la decisión final dentro del club: "El Barça lo que dice es que las decisiones se toman de manera jerárquica. Digan lo que digan los técnicos, ellos toman las decisiones que creen que tienen que tomar y a partir de ahí reportan a su jefe superior, que es Joan Laporta".

Se trata de una cadena de mando vertical, en la que los técnicos solo emiten informes consultivos y la dirección del Espai Barça (bajo el paraguas de Laporta) tiene la última palabra. La propia investigación de la SER ya había señalado que el informe técnico fue considerado "no vinculante" y que el cambio de valoración fue firmado por Lluís Moya y Joan Sentelles, responsables directos del proyecto.

Un cambio de reglas que favoreció a Limak

Además, con la llegada de Laporta se modificaron los requisitos del concurso: en 2017 se pedía experiencia previa en grandes estadios, obras en España y proyectos de rehabilitación de más de 200 millones. Limak solo cumplía uno de esos puntos.

Las nuevas bases, aprobadas en 2022, rebajaron las condiciones, lo que permitió a la empresa turca entrar en la puja. Jordi Llauradó, directivo responsable del Espai Barça, se abstuvo en la votación y dimitió días después.

Una adjudicación que sigue bajo la lupa

A día de hoy, el retraso en las obras supera los 300 días y el regreso al Camp Nou no será posible hasta, como mínimo, 2026. El contrato contempla penalizaciones por cada día de demora, pero el club no las ha aplicado, alegando causas externas.