El Levante acaba la temporada sin sufrir
El Levante UD despide la temporada salvado por méritos propios y empatando sin goles ante un Elche que tampoco demostró tener demasiadas ganas de correr en el Ciutat de Valencia.
El estreno de la nueva camiseta y ver a algunos de los menos habituales fue lo más destacado de un choque que no pasará a la historia del club, sino es porque sirvió para cerrar una nueva temporada en la elite del fútbol español.
El partido, sin historia, propició poca gente en las gradas y ambiente más que relajado en los dos equipos. El once del Elche sorprendió poco, el del Levante algo más. Lucas Alcaraz dio la oportunidades a futbolistas menos habituales como David Navarro, Vyntra y, sobre todo, Pedro López.
El club, en un intento de darle historia a un choque en el que sólo quedaba celebrar y conmemorar la salvación, estrenó la camiseta de la nueva temporada que es exactamente como la descubrió ElDesmarque hace unos días.
Ni por esas, los jugadores no parecían querer. El Elche, un equipo muy bien trabajado, parecía dominar con timidez un duelo en el que, sin embargo, la primera ocasión fue para los locales, pero el remate de Morales se fue alto en el 12.
El show de Barral
Barral, aún por renovar y con un futuro incierto, era el que más lo quería. Quizá abusaba de la individualidad, pero por lo menos imprimía velocidad en sus acciones. Así, tras dos aproximaciones ilicitanas (resueltas por Mariño), de nuevo el punta andaluz lo intentaba. En vez de asistir a Camarasa, que le acompañaba en el ataque, decidió chutar y su tiro se fue desviado.
Había transcurrido la primera media hora entre bostezos y carreras de Barral, que fue objeto de penalti en el 34, pero el árbitro no lo señaló. Una segunda caída del delantero le costó la amarilla. El colegiado no quería complicaciones.
Con este tedioso panorama, con el solecito pegando en los rostros de los valientes que se acercaron y los jugadores con pocas ganas de correr -normal a las 16.30 horas-; se llegó al descanso.
Sale Rubén, aparece Mariño
La tónica en esta segunda parte fue la misma. Mucho centrocampismo, poca velocidad y escasez de ocasiones. Hasta el 16 el Levante no tuvo una oportunidad clara. El centro de Morales se paseó por delante de un Barral que no llegó a rematar, pero sí a impactar en Tyton.
Lucas movió su banquillo. Sentó a un ovacionado Casadesús que dejó su puesto al prometedor Rubén García. Iba a por el partido hasta que Melero López, un colegiado que no se le da muy bien al Levante, señaló un levísimo empujón de Toño sobre el exvalencianista Aarón Ñíguez. Un penalti de esos que no se pitan y que el delantero tiró de forma lamentable y por el medio, con lo que Mariño se lo paró en dos ocasiones.
El error le costó el banquillo al valenciano -entró Coro- al tiempo que Pedro López, con molestias, dejaba su puesto a Momo Sissoko en las filas locales. Eran los peores minutos de un Levante que se podía permitir el lujo de sestear después de haber conseguido el objetivo de la salvación con una jornada de antelación.
Una salida imperial de David Navarro le permitió quedarse sólo en el área pequeña y recibir un centro de Morales que remató de cabeza fuera cuando estaba libre de marca.
En un último intento porque el 0-0 no fuera el último marcador de la temporada, los entrenadores movieron sus onces en pos de un gol. Lucas sentó un medio y le dio diez minutos a Rafael Martins y Escribà 8 a Rodrigues.
Con todo, los protagonistas fueron los metas. Mariño, por sacar dos nuevos buenos disparos de los alicantinos y Tyton porque abandonó el terreno de juego lesionado cediendo su puesto a Pol, del Elche B.
