¡Líder supremo!

Se agotan los calificativos para este Levante UD. No es por un juego preciosista, no apabulla al adversario, no lo cose a goles ni a disparos. Es la superioridad moral que ejercen los de Muñiz en cada partido, cómo van jugando con el adversario, primero esperándolo y luego metiéndole poco a poco en su terreno, minándole la confianza hasta que baja sus defensas y le clavan su aguijón. El líder de la Liga 1|2|3 sumó su quinta victoria consecutiva, todas ellas sin encajar gol, por 0-2 gracias a los tantos de Jason y de Roger. Un 'Pistolero' que los vuelve locos. Son ya 11 puntos de ventaja sobre el tercer clasificado, el Getafe. Al término de la primera vuelta, el conjunto de Orriols se confirma como el líder supremo del campeonato.

 
El conjunto de Muñiz saltó al césped de El Alcoraz en la versión que más desespera a los adversarios, sobre todo cuando se dan de bruces con la realidad, cuando se estrellan contra la dictadura del líder. Tranquilidad, paciencia, sobriedad. Todo ello se resume en una palabra: la confianza que tienen los granotas en su potencial. Y, una vez más, con esta fe arrancaron el partido, bien ordenados, sin perder la compostura, viendo cómo el Huesca combinaba bien, circulaba la pelota de un lado a otro, con Samu Sáiz como mariscal de campo en tres cuartos. Los de Anquela ejercían un monopolio con el balón aunque, a la hora de la verdad, se traducía más en fogueo que en ocasiones de verdad. Su mejor oportunidad fue en una pelea de Borja Lázaro en la frontal. El delantero bregó y se la llevó con la punterita para dársela a Samu Sáiz, que probó suerte con un zapatazo desde lejos que detuvo arriba Raúl Fernández.
El Huesca se hizo con el monopolio del balón en el inicio pero pronto se dio cuenta de que el Levante preparaba su trampa: en el ecuador del partido, Roger en dos acciones puso patas arriba el partido
El Huesca veía cómo ese dominio de 20 minutos era infructuoso y, cuando dio otro pasito al frente para intentar tumbar las dos líneas defensivas, la manta empezó a dejarle descubiertos los pies y, con la aparición de Roger, hasta las pantorrillas. En el 21', Campaña, el mejor futbolista de la Segunda División, Anquela dixit, apareció para lanzar un pase largo de primeras y con la zurda hacia el pichichi granota. El delantero recogió el balón en el costado derecho, recortó hacia adentro a Jair y disparó a las manos de un Sergio Herrera muy atento. Luego se vería que el portero local sería de los mejores de su equipo en la primera mitad aunque su único error le costaría muy caro a los aragoneses. Un minuto después, de nuevo Roger aunque desde el perfil izquierdo, recibió y se perfiló para soltar esta vez un derechazo que se le escapó al cancerbero y, ante la indecisión de Brezancic de despejar, Jason empujó el esférico a la red para sumar su sexto gol de la temporada.
La cruda realidad se le había revelado al conjunto oscense, que había visto cómo el partido había pasado de estar bajo su dominio (aparente) a ir por debajo en el marcador y, además, con oscuros nubarrones en el horizonte porque el Levante seguía descargando sus baterías ofensivas. Abraham, novedad en este encuentro en el lugar de Morales, superó a Akapo y puso un centro raso que encontró un pasillo hacia el segundo poste donde, algo pasado, Jason percutió y esta vez su intento se estrelló contra Herrera, que despejó como pudo con los pies. El encuentro poco a poco se fue enfangando, en el Huesca los nervios estaban a flor de pie y esto jugaba a favor del Levante, que por su parte no tenía prisa alguna. Eso sí, todavía tendría otra opción de marcar el segundo, tras un saque de falta en que la pelota acabó en las botas de Roger. El valenciano fusiló de tiro cruzado y de nuevo hubo paradón del arquero local.
El gol de Jason desquició a los de pupilos Anquela y, nada más arrancar la segunda mitad, el 'Pistolero' envió un balón al poste y luego marcó el gol de la sentencia tras un robo de balón
El final del primer tiempo tuvo su hilo de continuidad con el inicio de los segundos 45 minutos, como si no hubiese existido el intermedio, siempre con Roger amenazante en el balcón del área del Huesca. El 'Pistolero', que en el período inicial había dado un recital de recepción en largo, recorte y disparo, demostró tras el paso por vestuarios que es un goleador ortodoxo y que es capaz de marcar en todo tipo de situaciones. En primer término, aprovechó un pase larguisísimo de Postigo que le dejó solo en la frontal, aprovechando una ráfaga de viento que le paró la pelota. Su tiro, sin embargo, se estrelló en el poste derecho. Y, en el 54', le robó el cuero a Íñigo López tras un mal control del defensa local y, cambiándole de palo, batió a Sergio Herrera. Era el 0-2 y así subió al marcador porque instantes antes el Huesca no había aprovechado la suya. Fue un saque de esquina que cabeceó Íñigo. El esférico llegó a la zona donde aguardaba Melero pero el madrileño, intimidado por Raúl Fernández, no acertó a empujarla en boca de gol.
La escuadra de Orriols volvía a hacerlo y su paciencia volvió a aliarse en una simbiosis perfecta con su gran pegada. El Huesca tenía que lanzarse ya al todo por el todo y cuando más le apretó las clavijas a los de Muñiz fue con la entrada de Urko Vera en el rectángulo de juego en sustitución de un desquiciado Borja Lázaro. El de Barakaldo generaba sensación de peligro auténtico y la tuvo para acortar distancias, sobre todo con un chut muy seco que, bien colocado en el poste, detuvo en dos tiempos Raúl Fernández. Juanjo Camacho lo intentaría también con un tímido disparo tras bajarla con el pecho en el corazón del área. Era el 92' y ya no había tiempo. Un buen Huesca, un rival muy correoso y que quizá habría puesto en más aprietos a los de Muñiz hace unas semanas, tuvo que rendirse ante el líder supremo de la Liga 1|2|3.