Así se presenta el cierre del mercado en el Levante
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El Levante UD afronta el cierre del mercado de enero con la tranquilidad que le da tener una plantilla muy compensado, como han convenido a decir muchas de las voces autorizadas desde dentro y fuera del club, y también el colchón de puntos, en concreto 12, con el tercer clasificado. Sin embargo, como ya ha dicho Tito en alguna ocasión y la última vez recientemente, en la presentación de Oier Olazabal, el club granota sigue en guardia por si surge una oportunidad de mercado. "No tenemos previsto ningún movimiento pero la secretaría técnica del Levante está preparada por si lo hubiera", dijo el director deportivo azulgrana.
Con las incorporaciones de Juan Muñoz, que vino a cubrir la marcha de Rafael Martins al Vitoria de Guimaraes, y de Oier Olazabal, que coge la plaza de Álex Remiro tras regresar al Athletic y además firmará por dos años si el equipo asciende a Primera División, la plantilla del Levante vuelve a estar en equilibrio y sin apenas resentirse en el nivel deportivo.
Ahora mismo, la política para lo que queda de mercado de enero es la siguiente: si llega un fichaje, sería el de un futbolista que fuese una oportunidad única de mercado, lo que se llama un chollo y, preferiblemente, que fuese un fichaje a largo plazo, un jugador cuyo refuerzo fuese más allá del 30 de junio. Si no, no habría incorporación alguna, salvo salida de alguno de los miembros de la actual plantilla, y ahí es donde todo el mundo ha estado poniendo la mirada en Víctor Casadesús. El mallorquín termina contrato en 2017 y ve cómo puede encarar el siguiente mercado de enero como agente libre habiendo pasado casi en blanco el presente ejercicio. Si se marchase, el Levante tendría que afrontar el fichaje de un atacante.
La otra posición susceptible de reforzar era la de lateral derecho, en la que actualmente sólo está jugando Pedro López por la lesión de Iván López. Sobre el canterano, hay buenas expectativas de que se recupere pronto aunque es un futbolista al que le persiguen los problemas físicos. Y, además, el capitán está con cuatro tarjetas amarillas y se encuentra, por tanto, apercibido de sanción. Como solución a un eventual vacío de efectivos en ese carril, en el filial está Shaq Moore, un zaguero que es del agrado de Tito, aunque el propio director deportivo ya avanzó que no iba a contar con ficha de la primera plantilla.