Reggi irrumpe con fuerza como técnico en Argentina
Hay decenas de futbolistas que a lo largo de la historia del Levante UD, sobre todo recientemente, han logrado un ascenso a Primera División aunque pocos pueden presumir de contar en su currículum de haber subido dos veces a la élite con el club granota. Es algo que pueden decir los Descarga, Alexis, Ettien, Sandro, Jesule, Aizpurua, Rubiales, Congo y uno de los grandes héroes de la gesta de 2004 y que ahora pisa fuerte como entrenador en su país, Argentina. Se trata de Gustavo Reggi que, al mando del Huracán de las Heras, está en la pelea por conseguir el gran objetivo de su club.
El que fuese delantero del Levante UD aterrizó en el conjunto mendocino a mediados del pasado mes de octubre, cuando el Huracán de las Heras no conocía la victoria y sólo había logrado dos empates, frente a cinco derrotas, en su grupo del Torneo Federal A, tercera categoría del fútbol argentino. Reggi debutó en el banquillo contra el Unión Villa Krause y su primera victoria llegó en su tercer partido por 3-1 frente al Deportivo Maipu, meritoria teniendo en cuenta que su rival fue uno de los que se clasificó para la fase de ganadores. El de San Martín no consiguió meter al 'Círculo' entre los cuatro primeros ya que lo cogió tras una deriva muy descendente aunque no sólo frenó la sangría sino que ha logrado una racha de 14 partidos invicto, con ocho triunfos y seis igualadas, que le ha metido de lleno en la tercera fase por el ascenso a la Primera B Nacional, es decir, la categoría de plata de su país, donde su club sólo militó durante dos años.
Los más jóvenes tendrán su recuerdo más difuminado aunque para el levantinismo Reggi sigue siendo un icono ya que sus 12 goles en una segunda vuelta espectacular de la temporada 2003-04, varios de ellos de bella factura como la chilena al Cádiz o su golazo al Xerez en el partido del ascenso en Chapín, forman parte de imaginario colectivo. El espigado delantero debutó en Argentina en el San Martín, donde su padre Enrique (del que lleva su nombre) fue una institución como portero, y llamó la atención al lograr ser el máximo artillero de la máxima categoría de Argentina con Ferro Carril Oeste. Allí siguió metiendo goles en Independiente y sobre todo en Gimnasia y Esgrima por lo que llamó la atención de la Reggina. También jugó en el Crotone, regresó al Unión de Santa Fe y de allí fue a golear a la UD Las Palmas para convertirse luego en un héroe en el Levante. El Castellón también lo vio jugar y de allí pasó al Quilmes para colgar las botas donde arrancó, en el San Martín.
