Andrés García y Pablo Cuñat: la historia de dos amigos que el sábado serán rivales en el Ciutat
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La amistad entre el lateral derecho (o en la posición que le pongan) y el guardameta nació la pasada temporada en el Atlético Levante
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La cercanía de Cuñat y su apoyo constante han sido clave en el resurgir de un Andrés que lo ha pasado mal con su lesión
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El Levante cree en ellos: Andrés tiene contrato hasta 2027 y el club dará luz verde a la continuidad del portero hasta 2026
El fútbol va mucho más allá de lo que sucede sobre el césped. El balón regala amistades para siempre; de las de compartir alegrías y tristezas incluso desde la distancia. Andrés García y Pablo Cuñat ejemplifican esa química. El sábado se reencontrarán en el Ciutat. El granota ha vuelto con fuerza después de un calvario que le ha fortalecido gracias al apoyo, entre otros, del propio Cuñat, quien ahora ha perdido protagonismo, pero sigue siendo uno de los mejores guardametas de LaLiga Hypermotion.
Ambos lucen el ‘30’ y son apuestas reales del Levante. Pablo Cuñat, internacional Sub-21, está cedido en el Amorebieta y el Levante tiene acordada su continuidad. Acaba contrato el 30 de junio, pero antes de finalizar el mes de mayo, el club anunciará que ha ejecutado la cláusula de renovación hasta junio de 2026. Mientras que Andrés García renovó hasta 2027 después de que el club diera luz verde a la opción de ampliar su vinculación tres temporadas más.
Formado en el Inter San José, y tras estrenarse en División de Honor con el Torre Levante, el ‘30’ del Levante llegó a Orriols en la temporada 2021/22 para reforzar la plantilla del Juvenil A. El curso pasado se convirtió en uno de los fijos del filial y sus buenas actuaciones le llevaron a debutar con el primer equipo en enero de 2023 en el encuentro de Copa del Rey ante el Getafe CF. Más tarde, en el mes de abril, disputó sus primeros minutos en competición liguera ante el Alavés.
La amistad entre Andrés y Pablo nació la pasada temporada en el Atlético Levante. “Al principio de verano, él estaba en pretemporada con el primer equipo y ya cuando volvió a estar en dinámica con nosotros, ahí es cuando empecé a conocerlo más. Somos dos chicos que tenemos una mentalidad muy parecida, lo vimos rápidamente y nos acabamos juntando”, recuerda Andrés García.
Andrés y Pablo han compartido momentos dentro y fuera del campo. Antes de esta última pretemporada se fueron de vacaciones a Mallorca. Y en el proceso de recuperación de una lesión que le traído de cabeza, el apoyo de Cuñat fue importantísimo para que su amigo Andrés mostrara una versión positiva en este proceso hasta volver a sentirse importante. “Por la distancia eran más mensajes y llamadas, pero siempre se hacía presente. Me daba ánimos, me preguntaba cómo estaba, simplemente era su forma de ser de siempre. Que lo notara ahí presente ya me era suficiente”, explica la bala granota sobre el respaldo de Pablo durante estos cuatro meses fuera de combate.
Esa cercanía de Cuñat también ha impulsado a Andrés en su proceso de maduración. “Cuando lo conocí me ayudó a implicarme más en el trabajo de mi mente porque me recalcaba que era muy importante”, asegura el lateral derecho de Felipe, pero no esconde que al principio “no le hacía mucho caso, no le veía tanta importancia hasta que por cabezón él me lo hizo ver”. “Él se centraba en que tenía que estar fuerte mentalmente y también físicamente. Tenemos una relación muy sana, algo tan sencillo como una relación de amigos. Pablo es un chico sencillo, transparente, muy bromista y muy alegre”, añade Andrés.
El sábado, en el Levante-Amorebieta, se reencontrarán sobre el terreno de juego y esta vez sí podrán intercambiar sus camisetas, sus números ‘30’, ya que no pudieron el encuentro de la primera vuelta que además abrió la temporada. “Ahí me di cuenta de que llevábamos el mismo dorsal y quedamos en que nos cambiaríamos la camiseta en el Ciutat. Espero que le vaya todo bien siempre porque es un amigo y le deseo siempre le mejor”, desea Andrés García.
Cuñat estuvo el sábado pasado en la grada de Orriols respaldando a su amigo en el partidazo ante el Real Zaragoza. “Me envió una fotillo para mostrarme que estaba en el estadio. Luego me llamó porque se fue con un amigo y yo con los de mi colegio (Pío XII), que siempre están al pie del cañón".