El Amorebieta tumba el Ciutat y paraliza al Levante

El Ciutat disfrutó antes y durante hasta que el Amorebieta firmó el 1-1 en el minuto 68 y la fiesta cambió de bando, convirtiéndose en derrota granota ante la 'bestia negra' de la temporada. El Levante todavía no sabía lo que era perder en 2024 de local y en el instante que tenía la oportunidad de meterse todavía más de lleno en la pelea por el play-off de ascenso y soñar aún más grande sucumbió ante el mejor equipo de la competición doméstica en estos momentos. Un duro golpe que corta las alas. Un mazazo anímico para los granotas y un subidón de adrenalina para un Amorebieta que cree más todavía en la permanencia. La épica, esta vez, dio la espalda a un Levante que había convivido con ella en las últimas jornadas

El Levante UD salió lanzado. La efervescencia de lo mucho que había en juego puso en órbita al equipo desde el inicio. Un inicio diabólico, volcando el ataque en la proyección de Andrés García, que desde el principio se sintió con ganas de subir por el carril y amenazar. Y a los tres minutos, Dela estuvo a punto de mejorar su obra de arte ante el Zaragoza con un zapatazo, incluso a más distancia, que superó a Magunagoitia, pero se estampó contra el larguero. En el rechace, cuando parecía un imposible, ni Dani Gómez ni Fabrício pudieron sacar partido de la segunda opción que había dejado la enésima locura del central del momento.

El Levante mereció recompensa

El partido se convirtió en un ir y venir desde el inicio. Porque el Amorebieta, que se salvó del 1-0 sin apenas haberse adaptado al Ciutat de València, fue despertando con dos nombres propios: Edwards y Dorrio. El primero, el australiano, en el área pequeña, no se aclaró y erró en una posición forzada. Pero más clara, en el minuto 11, fue la ocasión del Eneko Jauregi y se encontró con un Andrés Fernández salvador. No había pasado ni un cuarto de hora y parecía inexplicable que el 0-0 siguiera inalterable. Tampoco abrió la lata Álex Muñoz en el servicio de un saque de esquina de Pablo Martínez. Su cabezazo, sin oposición, salió rozando el palo derecho de la guarida del Amorebieta.

Era complicado que el encuentro siguiera con estas revoluciones. El Amorebieta se sentía más cómodo con balón y el Levante se precipitaba y no encontraba ese último pase que le permitiera inyectar balones de claridad a un Dani Gómez que se mostraba participativo, asociativo y buscando, sobre todo, los chispazos de un Brugué indetectable. Sin embargo, la siguiente más clara no fue de uno de los hombres ofensivos de Felipe Miñambres sino, de nuevo, de Álex Muñoz, que volvía a aparecer por sorpresa, pero esta vez su remate se marchó alto.

El empuje de Algobia

El Levante volvió a coger el mando gracias a un Algobia que no paraba de sacar la escoba y robar balones. El Ciutat acabó de encenderse por las constantes pérdidas de tiempo de Magunagoitia que el colegiado no castigaba con tarjeta por mucho que le amenazaba con hacerlo. La mejor versión granota se construía desde la derecha, de dos incansables Andrés García y Brugué. En el minuto 39, en una asociación entre ambos, el catalán se fue adentrando hacia el centro desde el costado y obligó al guardameta visitante a lucirse. La última antes del descanso fue de Fabrício, que pecó de egoísta y remató muy desviado cuando Dani Gómez estaba sin marcador a su derecha para poder decidir en una posición más cómoda que la del brasileño.

La mejor entrada de la temporada

El Ciutat superó los 16.360 espectadores de la victoria contra el Zaragoza. Los 17.240 fueron la recompensa al éxito de las promociones del Levante para que el equipo sienta el impulso de los suyos. El 0-0 no bajó ni un ápice la energía en Orriols ni tampoco el grado de mosqueo hacia Magunagoitia que seguía perdiendo tiempo. El Levante dio un paso al frente y apeló al espíritu de la magia de la portería de Gol Alboraya. En el minuto 48, Fabrício volvió a liarse, volvió a intentar algo extraordinario, como así Felipe le dijo que era el camino incorrecto. 

Los granotas crecían a medida que a Fabri le cosían a faltas. Miñambres tuvo paciencia con él y decidió darle tranquilidad. El primer cambio fue la entrada de Carlos Álvarez, otra vez aclamado por el Ciutat. Y el premio a la insistencia llegó con el golazo de Pablo Martínez, en asociación con Brugué. El sexto gol del '10' y de nuevo capitán en su cuenta personal. Era el minuto 64, pero la alegría solamente duró tres más, ya que el Amorebieta empató en botas de Eneko Jauregi en el área pequeña de Andrés Fernández.

Al Levante no le acompañó la épica

Al Levante no le sentó bien el empate tan prematuro y a Felipe no le quedó otra que remover su apuesta y buscar soluciones para que el empate se deshaciera. Lo intentó con el triple cambio y la entrada de Bouldini, Sergio Lozano y Álex Valle. El Amorebieta, ordenado, también movió sus fichas, pero sin variar un dibujo sólido con esa defensa de tres centrales con carrileros desde que a los tres minutos sintió el peligro granota. Con el Levante volcado en busca de otro día para recordar fueron los vascos los que golpearon por segunda y definitiva vez con el sello de Unzueta. En la prolongación la tuvo Brugué, pero se topó con Magunagoitia, sin duda que una auténtica pesadilla.