Rubén García: “Soy granota, lo seré y mis hijos espero que también lo sean”

Rubén García, rival esta noche del Valencia CF, cumple su sexta temporada en Osasuna, acaba contrato, está “tranquilo, pero mi familia y entorno no tanto” sobre su futuro, y no esconde ese sentimiento granota que le invade y que cultivó desde que llegó al Levante como cadete de segundo año… si al final no terminara renovando. En junio de 2019, Levante y Osasuna acordaron el traspaso de Rubén por tres millones de euros, una cifra que ascendería a los 3,5 si el club navarro permanecía en Primera las dos siguientes temporadas a razón de 250.000 por cada una como así fue. La 2018/19 jugó a préstamo en Pamplona, con quien logró el ascenso a Primera y tras cerrar el acuerdo firmó hasta 2023, con una cláusula de 7.5 millones.

“No sé lo que pasará, pero, sin duda, que si no pudiera ser aquí, si es en Primera División con el Levante, estando en casa, con mi familia, con mi entorno y en mi club de siempre, sería volver a cumplir un sueño”, destaca Rubén en declaraciones a Ser Deportivos Valencia. Rubén García ha echado en raíces, es un jugador importante dentro de la plantilla que, ahora, está sabiendo asumir su nuevo papel en el equipo toda vez que ya no es un indiscutible en las alineaciones y ha bajado algunos peldaños en el escalafón de futbolistas habituales en los planes de Jagoba Arrasate.

Su seguimiento al Levante UD

Rubén no pierde de vista lo que hace su Levante. Es un granota más desde la distancia, al que sabe mal “cuando escucho toda la inestabilidad y los cambios que se han producido meses atrás” y que desea que el ascenso, aunque lo ve “difícil porque hay muchos equipos ahí apretados, que están haciendo bien las cosas, con proyectos muy interesantes para subir”. “Está complicado, pero ojalá se produjera el ascenso porque sería muy guay para la Comunidad Valenciana, para Valencia y para todos los que amamos al Levante”, añade.

Todavía tiene grabado el desenlace del Levante de la temporada. Estuvo en el campo en aquel dramático encuentro de la vuelta de la promoción de ascenso ante el Alavés y aún no se quita de la cabeza lo que pasó. “Cuando pitaron el penalti me fui, no lo vi, lo escuché ya dirección al coche porque me esperaba lo peor. Fue trágico. Luego, hablando con mi padre, que se quedó dentro… no sabría cómo describir lo que se vivió allí. Recuerdo una imagen de un padre y un hijo del Alavés llorando, en las escaleras cuando ya te sacan del campo, porque entendían que ya habían perdido y de repente esa acción da la vuelta todo de repente. Es increíble”, rememora.

El cariño de Rubén García hacia el CA Osasuna

Rubén tiene un cariño especial ante el Sporting, en Osasuna se ha convertido en un icono, pero él no puede ocultar su sentimiento granota. “Cuando llegué al Sporting, con muy poco tiempo me encantó, lo amo, lo sigo y tengo muy buena relación con muchos de sus jugadores. Lo que he vivido en Osasuna han sido años de mega éxito, siendo una pieza importante, clave y mi corazón también es navarrico, pero al final no hay que obviar que no le vas a quitar el sentimiento rojillo al que está en Tajonar, crece y acaba debutante aquí. Yo soy granota, lo seré y mis hijos espero que también lo sean porque el cariño que le he tenido y le tengo al Levante… Somos profesionales, el día de mañana puedo ir a otro club, vestir otra camiseta y lo puedo dar todo por soy futbolista ante todo, pero ese sentimiento es imborrable”, explica.