

Polémica derrota del Zaragoza en Albacete: gol anulado a Clemente sin imagen clara y fuera de juego posicional en el 1-0
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El árbitro invalidó el gol de Clemente en el primer tiempo
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Sáenz marcó el 1-0 del Albacete con un compañero en fuera de juego posicional
El Real Zaragoza ha caído derrotado este viernes en el Carlos Belmonte, en el partido que abría la jornada 26 de LaLiga Hypermotion. Un duelo que ha tenido su dosis de polémica, pues al conjunto maño le anularon un gol en la primera mitad y el 1-0 del Albacete Balompié, al inicio de la segunda, estuvo marcado por un fuera de juego posicional. Luego, para colmo, llegó el gol tonto del año con Poussin fuera de su portería.
El gol anulado al Zaragoza en el 27'
La primera jugada polémica llegó a los 27 minutos. Clemente abrió el marcador en la segunda jugada de un saque de esquina botado desde la parcela derecha del ataque del Zaragoza. Un gol que finalmente no subió al marcador.
En la jugada se revisaron dos cosas: la posibilidad de que el balón rebasara la línea de fondo en el córner y la posibilidad de que el propio Clemente estuviera en fuera de juego antes de marcar. A tenor de las imágenes, todo invita a pensar que señalaron lo primero... pero la realización televisiva no mostró ninguna toma en la que se comprobara que la pelota había salido.


El gol del Albacete, con fuera de juego posicional
Por si fuera poco, el segundo tiempo arrancó con más polémica. Pablo Sáenz cazó un balón en el área y, a la media vuelta, sacó un buen disparo que batió a Poussin. El caso es que su compañero Antonio Pacheco que estaba en fuera de juego posicional de manera muy clara cerca de la dirección de la pelota, pero ni el colegiado ni el VAR consideraron que la acción era punible y el gol subió al marcador.

Luego, para colmo, llegó la cantada de Poussin en el gol de Agus Medina, con el portero del cuadro maño fuera de su portería mientras el futbolista local chutaba a puerta desde el lateral. El gol de Dani Gómez, ya en el 89', metió al Zaragoza en el partido en los compases finales, pero el Albacete se acabó llevando el triunfo.
Esto es insoportable, es la peor pesadilla de nuestras vidas zaragocistas. A veces, llego a pensar, que estamos bajo una maldición, un conjuro maligno, el mal de ojo de Agapito; es un cáncer incurable: una degeneración sin freno. El problema está en la cúspide. En la falta de dirección, criterio, capacidad y conocimiento de lo que realmente es este club. Nuestro querido y enorme Real Zaragoza. Esta gente, que pulula en las alturas de la estructura societaria, desconoce todo al respecto y, además, lo más grave, no saben de fútbol. Que es de lo que se trata, de jugar y sobre todo de ganar. No hay objetivos claros, tampoco ilusión ni ambición y, lo peor, no hay sensibilidad zaragocista, no hay amor y verdadera pasión por el Real Zaragoza. No vibran: ni disfrutan en las victorias, ni les penan las derrotas, porque son ajenos al sentimiento. Sólo tienen miedo. Miedo a equivocarse: por eso se equivocan cada vez más. Miedo a la afición e incomprensión absoluta de lo que está sucediendo. No veo solución siguiendo por este camino. Es imposible. Hace falta una revolución total. Quizás un cambio en la propiedad. Es necesario alguien responsable y con visión ganadora, para transformar la realidad actual. Alguien que sepa lo que significa el Real Zaragoza, su grandísima afición, -entre las diez más importantes de España- que conozca Zaragoza y Aragón. Y que se implique a muerte, sin medias tintas, con ambición y con más dinero.