El Real Oviedo de Veljko Paunovic lo tenía en sus manos hasta el noventa... pero apareció Jonmi Magunagoitia. Sí, el portero de la SD Éibar condenó al equipo azul con un cabezazo decisivo en la última jugada del partido. Antes, Alemao cortó su mala racha con un tanto que parecía valer para sumar tres puntos. Un final de película lo alteró todo.
La primera mitad estuvo marcada por las continuas faltas que pararon el ritmo del juego. Aunque no graves por lo general, a excepción de una entrada que recibió Santiago Colombatto, el trencilla del encuentro decidió castigar prácticamente todas. Hasta seis cartulinas amarillas mostró Cid Camacho antes del descanso.
El equipo carbayón trató de embotellar a su rival lanzando a Haissem Hassan por fuera o desde el balón parado. Los de Paunovic gozaron de varias pelotas paradas, aunque les faltó acierto.
La segunda mitad arrancó con una gran ocasión armera... y una intervención heroica de Aarón Escandell. El portero del Oviedo salió victorioso en un mano a mano ante dos jugadores locales. La replica visitante llegó en las botas de Alemao. El atacante brasileño lo hizo todo bien, pero su disparo se estrelló en el palo. Fue la mejor ocasión del partido hasta ese momento.
Y tanto fue el cántaro a la fuente... que se rompió. Alemao hizo justicia al buen arranque de segunda mitad azul en una acción de nueve. El brasileño adelantaba a los suyos en Ipurúa y desatascaba el partido. Tras cinco encuentros consecutivos sin marcar, el delantero carbayón acababa con su sequía.
El Éibar elevó sus prestaciones tras el gol visitante y rozó el empate con un centro envenenado que se topó con el palo. Y cuando parecía que los tres puntos se iban para Oviedo... apareció el portero local. Magunagoitia, con una peinada de cabeza repleta de intención, firmó las tablas en el 95.