El temple y el oficio exhibido por el joven Manu Torres en su debut en Primera lo trasladó también a su comparecencia en la zona mixta tras el partido. El joven lateral izquierdo estaba exultante, pero se mostró cauto ante los medios. “La afición puede soñar, somos nosotros los que tenemos que tener los pies en el suelo”, manifestó. Preguntado por la gran labor de la defensa al secar a Forlán y Agüero, fue humilde: “Es mérito de todo el equipo, empezando por los puntas que han presionado mucho y terminando por la defensa”.
Fernando Forestieri también abandonó los vestuarios luciendo la mejor de sus sonrisas. El italoargetino se llevó una cálida ovación de La Rosaleda al ser sustituido. “Cuando salí y todos empezaron a aplaudirme no me lo esperaba. Me gustó mucho. Este triunfo va dedicado a ellos”, dijo emocionado. Otra dedicatoria especial fue la de Baha, que se llevó el pulgar a la boca como si fuera un chupete tras marcar el primer gol: “Había hablado con mi mujer que si marcaba le iba a dedicar el tanto a nuestro hijo Ziyad”.
Por su parte, Alberto Luque, que jugó toda la segunda parte, se mostró muy contento por volver: “Ha sido fenomenal, ni el más optimista podía esperar este fabuloso debut”. El catalán definió así al equipo: “Muñiz quiere que seamos el típico conjunto pesado, que imprima mucha intensidad en la presión al contrario y eso es lo que hemos hecho hoy”.
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