Y el cuento se acabó

F. Godoy IIIPuso el Málaga punto y final a su maravillosa aventura. Lo hace dejando una imagen pobre en el Camp Nou, pero eso no puede esconder una meritoria campaña, llena de zancadillas y problemas que no hicieron sino aumentar el espíritu común del vestuario. Porque termina situado en zona europea y después haber rozado hazañas en Champions y Copa. No es mal bagaje, ni mucho menos. 

Sin embargo, toca pensar en otras guerras. La primera se juega en los despachos. Un pequeño contra todo el peso de la implacable UEFA. Al TAS sólo se le pide justicia. Luego está lo deportivo. Pellegrini se marcha, pero en su testamento solicita al club que no deje escapar a Husillos, el último mago que queda en esta nueva etapa de recesión y austeridad. El argentino es la esperanza del malaguismo para la construcción de un nuevo Málaga con menos glamour pero sólido. Habrá que ver qué ocurre. De momento, sólo está claro que se inicia la diáspora de las estrellas.

Nació mal parido el encuentro para el Málaga, que a los tres minutos ya se veía por detrás de un Barcelona azuzado por los euros de prima que le depararía alcanzar los 100 puntos, récord histórico. Villa abrió la cuenta tras un pase de la muerte de Pedro.
Fue sólo el comienzo del conjunto blaugrana, que encontró en el Málaga un rival blando y que daba la sensación de estar a otra cosa. Parece que asegurar la sexta plaza no era suficiente acicate para los hombres de Pellegrini.
En apenas un cuarto de hora reinaba un 3-0 en el marcador del Camp Nou. Cesc entró como cuchillo en mantequilla, se abrió paso hasta el balcón del área y mató a Willy. Para rematar al desconcertado Málaga, Montoya empalmó un rechace en un despeje de córner de Lugano.
Hasta el minuto 21 no llegó la primera ocasión medianamente clara del Málaga. Santa Cruz cabeceó a placer un córner de Joaquín, pero su remate se escapó por poco cerca del palo derecho de Pinto.
El partido se jugaba en tercera, poca intensidad general y un Barcelona que no sentía ningún tipo de temor porque el Málaga seguía carente de fuego e inspiración. Al menos los blanquiazules lograron hacer una combinación marca de la casa culminada por Baptista. El disparo del brasileño teminó en córner.
La segunda mitad era puro trámite. Pero en estos duelos 'muertos' siempre se puede pescar algo. Estuvo a punto el Málaga, pero Baptista perdonó de nuevo ante Pinto. La respuesta fue feroz. Contra y golazo de Iniesta. 4-0.
Sin embargo, el Málaga buscó con ahínco la portería. Pedro Morales e Isco gozaron de sendas ocasiones y, finalmente, el chileno, logró abrir la cuenta. Un buen centro de Gámez y un mejor remate del centrocampista. Morales estuvo a punto de hacer otro. Joaquín le dio un pase de torero, una dejada en realidad, y él fusiló con pasión. Quizás por eso se marchó fuera por poco, su fútbol es de guante blanco.
El Barcelona, casi sin querer, también gozó de alguna opción de estirar más su ventaja. No obstante, la sensación general era de que todos andaban ansiosos por que llegase el final. Pero quedaban cosas por pasar. La más destacada fue la ovación con la que el Camp Nou despidió a Joaquín, que seguramente disputó sus últimos 70 minutos con la camiseta del Málaga. Aún mayor fue el atronador recibimiento a Eric Abidal, que entró cuando apenas restaba un cuarto de hora para el final. Un ejemplo de superación el galo. Y algo parecido a lo de Joaquín ocurrió con Isco, otro que no defenderá más la camiseta del Málaga salvo milagro.
Mientras tanto, en el césped seguía el fútbol. Baptista también quería anotarse otro gol, pero seguía topándose con Pinto una y otra vez. Tampoco daba para mucho más. El Barcelona seguía acercándose de vez en cuando, como el que repite una pauta. Willy sacó alguna y el resto fue una combinación de mala puntería y trabajo de los zagueros...
Y el cuento se acabó. Duro en sus comienzos, precioso en su desarrollo y algo descafeinado en su tramo final. Hablamos el curso 2012-13. De todos modos, poner peros a este Málaga sería una injusticia de dimensiones desproporcionadas. Queda brindar por lo vivido y comenzar a pensar en lo que está por venir. El club tiene mucho trabajo por delante. La afición espera que estén a la altura mientras despiden a los héroes de Pellegrini.