El chino malaguista también estará en Oviedo
Es uno de los aficionados al Málaga más singulares. El fútbol es una mina de historias y la de Bo Luan engrandece y reafirma el poder de conexión del deporte en general y del balompié en particular. Este hincha china que estará alentando a los de Juan Ramón Muñiz en el Carlos Tartiere y que ya hizo lo propio en la visita a Riazor hace unos meses. Un relato de amor a unos colores que comenzó hace poco más de un año y al que, de momento, no se le atisba final. Un malaguismo puro, incondicional y sin ambages. Luan volverá a hacer kilómetros para ver a su equipo en vivo.
Gran aficionado al fútbol, su amor por el club de Martiricos se desencadenó con su desembarco en la ciudad en septiembre de 2017. El equipo de Champions League de Manuel Pellegrini resonó por el mundo y él aún tenía ese recuerdo. "Estuve estudiando español en una academia en calle Carretería durante 11 meses y fue muy bueno", contaba el propio protagonista para este medio tras su visita a A Coruña.
Un interés que nació para quedarse ya que después de cambiar la Costa del Sol por Santiago de Compostela todavía sigue pendiente de los blanquiazules. Su intención es poder acercarse a los partidos que geográficamente le pillen cerca. El calendario de LaLiga 1|2|3 no deja, no obstante, muchas más visitas al noroeste de España.
Su imagen en las gradas de Riazor completamente equipado del Málaga tuvo recorrido entre la afición malaguista. Una grada con la que quiere disfrutar en el mítico Carlos Tartiere, donde los de Muñiz llegan enrachados después de dos triunfos consecutivos. Aquella vez asistió a un empate, esta vez se desplaza convencido de que el conjunto de Martiricos puede asaltar el feudo de un Real Oviedo en horas bajas. Es la ilusión de Bo Luan, malaguismo en vena.