Cuando Martí pudo ser malaguista
El Deportivo de Pep Martí ha puesto contra las cuerdas al Málaga, que está obligado a remontar dos goles para seguir soñando con el regreso a Primera División. El técnico balear ha logrado reconducir la dinámica del equipo coruñés, le clasificó para el play off y está afrontando las eliminatorias por el ascenso en el mejor momento de la temporada.
Pero la buena mano del preparador mallorquín no sólo está bien valorada en Riazor. En La Rosaleda también mantienen una opinión muy buena del trabajo de Martí. Tanto es así que José Luis Pérez Caminero le tenía en la nómina de técnicos prioritarios para el banquillo blanquiazul desde el pasado verano. Desde que el director deportivo del Málaga tomó el mando hace un año, han sido dos veces las que ha contactado con Martí para sondear su posible incorporación al proyecto del Málaga. En verano, antes de cerrar el acuerdo con Muñiz, Martí fue uno de los tres candidatos que estuvo sobre la mesa de Caminero. Muñiz y Baraja completaban la terna. Pero el club priorizó la llegada del asturiano y la opción Martí, con quien Caminero llegó a reunirse personalmente en Madrid, quedó sobre la mesa.
Los contactos con Martí tuvieron continuidad a lo largo de la temporada. Hace sólo unos meses, cuando el Málaga de Muñiz no levantaba cabeza, el club volvió a contactar con Martí para sondear la posibilidad de incorporarle. Pero los contactos, de nuevo, no fructificaron. El club mantuvo a Muñiz unas cuantas semanas más en el cargo, por el camino apareció el Deportivo y Martí puso rumbo a Riazor. Ahora, paradojas del fútbol, el preparador del conjunto gallego amenaza el sueño del ascenso y las esperanzas del Málaga no las lidera Muñiz, sino Víctor Sánchez del Amo, uno de los jugadores emblema del último gran Deportivo y extécnico también del conjunto gallego.