Un hat-trick de Bazán, una remontada de leyenda y el broche de un ascenso
Nunca hay que olvidar del sitio del que venimos para saber al que queremos ir. Nuestra historia nos representa, nos hace ser lo que somos. Siempre es bueno mirar hacia atrás, sea cual sea el recuerdo, para entender nuestro presente. El Málaga, de la mano de su historiador Domingo Muñoz, ha recordado en este Domingo de Resurrección el día en el que el extinto CD Málaga volvió a la vida en una tarde en la que estaba 'muerto' en Melilla. Un partido, en enero de 1952 en el que un hat-trick de Bazán permitió ganar 4-5 lo que estaba perdido 4-1 en el 65'.
Hablar de Bazán es hacerlo del que ha sido el goleador más célebre de su historia, de ahí que la puerta 9 de La Rosaleda lleve su nombre. Marcó casi 200 tantos con el CD Málaga, fue el primer malaguista en acudir con la selección española y llegó a hacer nueve goles en un solo partido ante el Hércules. Pero eso es harina de otro costal. Hoy, en la historia que nos pertenece, el recuerdo lleva al Álvarez Claro de Melilla, a una afición del CD Málaga que acudió en barco al norte de África y que, en buena parte, se perdió una remontada de leyenda al marcharse antes de tiempo del estadio.
4-1 ganaba el Melilla al descanso. El tanto malaguista lo había anotado el uruguayo Rodríguez y todo parecía perdido. Máxime cuando rebasada la primera hora de juego el tanteador seguía siendo el mismo. Azcue puso el 4-2 en el 66' y fue entonces cuando Bazán se disfrazó de héroe. Pim, pam, pum. Tres goles en 15 minutos, del 70' al 85', y un triunfo al zurrón. Aquella temporada, además, el CD Málaga terminó celebrando el ascenso a Primera con dos jugadores como máximos artilleros (25 goles de Bazán y 22 de Rodríguez).