Javi Jiménez, un futbolista en 'peligro de extinción': "Doy las gracias a mi padre, nunca me ha pegado un grito en un campo"
Javi Jiménez es uno de esos futbolistas que llaman la atención no sólo por lo que dispone en el campo -garra, velocidad, intensidad-, sino por ser una especie casi en peligro de extinción en este mundillo. Es natural, sincero y muy locuaz, cualidades poco vistas hoy en día. No tiene perfiles en redes sociales, es agradecido con su pasado porque le ha abierto el futuro y tiene muy claro que todo lo que ha logrado como futbolista se lo debe a una persona: su padre.
El lateral del Málaga CF se abre por completo en una entrevista con ElDesmarque en la que detalla lo que ha supuesto volver al club blanquiazul y cómo ha vivido las diferentes etapas en su carrera deportiva hasta llegar aquí. Critica la forma en que los padres presionan a sus hijos en las categorías inferiores del fútbol y deja muy claro su amor incondicional por la ciudad de Málaga. No te pierdas todas las palabras de Javi Jiménez en el vídeo superior:
-¿Cómo estás viviendo tu regreso al Málaga?
-Muy bien en todos los aspectos, no sólo a nivel deportivo, también a nivel personal, en general con el club, la ciudad y los compañeros, porque hay un vestuario impresionante.
-¿Cómo recuerdas las negociaciones por tu fichaje?
-Creo que fue algo bastante sencillo, tanto por parte del club como por la mía. Cuando la predisposición a la hora de hacer algo es mutua... fue lo que pasó en este caso. Se sabía y se sabe mis ganas de volver a este club, ojalá no hubiese sido en estas circunstancias. Con Manolo fue todo muy sencillo y fue una operación prácticamente cerrada desde el primer momento.
-¿Has encontrado muchas diferencias entre el Málaga que dejaste y el que te has encontrado ahora?
-No, la verdad. Creo que la esencia del club, ese club familiar que ha sido siempre el Málaga, se mantiene intacta. Todo el mundo sabe las circunstancias que se ha encontrado desde hace un tiempo. Creo que se está haciendo un trabajo increíble en las oficinas, tanto Manolo como José María como todos los trabajadores, para ponerlo donde tiene que estar y creo que las diferencias son pocas por no decir casi ninguna. La categoría, nada más. Es ese club familiar, cercano, a pesar de ser esa entidad grande y mover una masa social relativamente grande, no deja de tener esa esencia familiar que hace especial a este Málaga.
-¿Cómo estás viviendo la ciudad ahora?
-Sinceramente, disfrutándola más que antes. Venía prácticamente conociendo… no todo, porque Málaga te sorprende cada vez que sales a pasear por ella, pero a la vez, al tener una base de lo que puede ser, voy disfrutando más de los rincones especiales de Málaga sin ese ansia que probablemente pudiera tener ese año que estuve. Me parece una ciudad, en todos los aspectos, espectacular. Siempre te acaba sorprendiendo.
-¿Y cómo es el trato con la afición?
-Creo que es la tónica del fútbol, pero todos coincidimos en que estamos muy contentos con el apoyo que nos da la afición. Hemos tenido rachas en las que nos ha apretado más y están en todo su derecho, porque ellos buscan lo mejor para el club y la realidad es que hemos tenido alguna rachilla un poco más floja. Pero la relación del club con la afición es enorme en todos los aspectos. Se ve cada fin de semana en La Rosaleda y todos los equipos que vienen dicen que es una barbaridad cómo la gente aprieta. Tanto aquí como fuera de la ciudad, el trato que recibimos cuando paseamos... Son mensajes de positivismo, de apoyo, de moral y de empuje al equipo.
-¿Qué etapa de tu carrera recuerdas con más cariño?
-Pues creo que he tenido etapas bastante bonitas, he tenido entrenadores que me han aportado mucho y me han apoyado mucho a nivel personal, he estado rodeado de grandes personas. Intentando ser objetivo… la etapa más bonita fue el año en el Malagueño, es uno de los que más cariño le guardo. Por todo, porque se generó un vestuario impresionante, por desgracia no se pudo cumplir el objetivo del ascenso, pero el equipo dio un año muy bueno, disfrutábamos todos los partidos en el campo.
-¿Cuándo supiste que querías dedicarte profesionalmente al fútbol? ¿Tuviste algún mentor o alguien que te empujara?
-Siempre lo digo: mi mentor ha sido mi padre. Doy gracias por la actitud con la que se ha mostrado siempre. Jamás me ha presionado, nunca le he escuchado pegarme un grito en un campo y a día de hoy lo agradezco mucho. Hago un poco de crítica a ese afán o a ese trato que muchas veces se les da a los niños desde la grada. He tenido un padre excepcional, con un comportamiento ejemplar en todos los campos. Se ha limitado a dejarme disfrutar de lo que te aporta este deporte, que cuando eres joven son hábitos saludables, socializar con mucho tipo de gente. Sobre todo por la forma en la que lo ha enfocado, nunca mi padre me ha dicho que tenía que llegar a ningún límite. Siempre me ha dejado disfrutar, las lesiones me han respetado y gracias a Dios estoy teniendo esta oportunidad. Viene dado por la tranquilidad y las maneras que mi padre me ha hecho llevarlo.
-Javi Jiménez no tiene redes sociales, ¿por qué?
-He de decir en mi contra que las he tenido, hasta mi primer año en Tarragona. Fue una decisión brusca, muy repentina. Creo que estaba demasiado enganchado al teléfono y las quité y no me planteo volver a abrirlas ni volver a hacerme ningún tipo de perfil.
-¿Eres más de rutinas o de hacer planes improvisados?
-Me considero una persona bastante rutinaria. Me gusta tener mis pautas, no solo en lo cotidiano, sino también a nivel alimenticio. Pero si surgen, soy una persona que intenta buscar planes en todo momento y en una ciudad como esta es bastante fácil disfrutar del tiempo libre que tienes, no solo de ocio, sino cultural, con todo lo que te puede aportar.
-¿Tienes alguna espina clavada en el fútbol que estés a tiempo de sacarte?
-Ese año que no ascendimos. Pero a nivel general, he recibido lo que he merecido en cada momento. He tenido que salir para llegar a donde estoy, siempre digo que las cosas pasan por algo. Intento mejorar cada día para conseguir mi mejor nivel y aportar al equipo lo mejor de mí.
Buen jugador y buena persona como toda su familia 👏🏻👏🏻👏🏻
Un 10 en todos los sentidos, por la garra que demuestra cada domingo en el campo y por esos elogios a su padre y esa manera de entender el fútbol como medio de trasmisión de buenos valores, tan lejana de la que tan mal abunda a día de hoy.