El Atlético cierra filas para retener a Samu Omorodion

Samu Omorodion es una tentativa para que el Atlético haga caja este verano. A diferencia del resto de su plantilla, el delantero de 20 años es uno de los más cotizados ante el interés de varios clubes de Europa para hacerse con sus servicios.

Equipos como West Ham, Nápoles, Roma y Chelsea han sido los que más se han acercado al futbolista, siendo los londinenses los que más fuertes han ido ofreciendo hasta 40 millones de euros. Sin embargo, el deseo del jugador por no salir vendido este verano ha hecho que el club rojiblanco se haya sumado al bando de que debe seguir ligado, directa o indirectamente.

Y es que no parece que ni los 80 millones de euros que figuran en su cláusula vayan a a ser suficiente para sacarle del Cívitas Metropolitano. Según informa Relevo, el club rojiblanco le ha respondido lo mismo a todos los equipos que han presentado oferta por Samu: "Se queda". Aunque meses atrás se le garantizó que la venta no estaba entre sus planes, la dirección deportiva ya le ha transmitido de nuevo que no van a separar sus caminos.

Un movimiento que tampoco ha frenado que estén buscando un delantero centro, ya sea Dobvyk, Sorloth u otro que esté apuntado en la agenda de Andrea Berta. Desde hace un par de semanas ha habido debate acerca de qué es lo mejor para la proyección del melillense. Llegó el pasado verano del Granada y se marchó cedido al Alavés, donde hizo una temporada irregular pero con nueve goles y una asistencia.

La pretemporada decidirá el futuro de Samu Omorodion

Ahora el debate es si Simeone le acepta en el primer equipo o le busca una nueva cesión, algo que no se decidirá hasta que haga la pretemporada y acuda a las giras con el equipo. Ese será el momento en el que se tome una conclusión de cara al mercado con él.

Sea una cosa u otra, lo que no quieren bajo ningún concepto es venderle y dejar escapar uno de los jóvenes con más expectativas del fútbol español en ataque. Él quiere triunfar en el Atlético y valoran sus insistencia en quedarse como colchonero en lugar de aceptar un oferta económica y deportiva más atractiva a corto plazo.