Acuerdo entre el Levante y Vicente Iborra para el regreso más esperado

El regreso de Vicente Iborra, su sueño e ilusión, está a punto de producirse. La intención era acordar un contrato corto, de una temporada más otra opcional como se ha cerrado (y oficializado) con Morales, y así será. A Iborra le hubiera gustado haber estado ya entre los 30 que este lunes han arrancado la pretemporada a las órdenes de Julián Calero, pero no tardará en unirse a la dinámica de su equipo en su vuelta a casa. Con el jugador todavía en Grecia, los contactos se intensificaron, el acuerdo está cerrado (2025+1) y solamente falta la firma tras regresar a Valencia de su exitosa etapa en Olympiacos. Un acuerdo adelantado por Deportes COPE Valencia y que confirmó El Desmarque. Por lo tanto, Iborra se convertirá (a falta de la oficialidad) en la cuarta incorporación tras Elgezabal, Morales y Víctor Fernández Jr.

Esta ‘fumata blanca’ es el triunfo de un Iborra que ha plasmado infinitas muestras de compromiso y fidelidad a su club. Porque allá donde ha estado siempre ha jugado con la camiseta del Levante debajo de la de su equipo en cada momento (Sevilla, Leicester, Villarreal y Olympiacos). Y además es la victoria de una afición que también ha estado disputando este partido, al unísono, incluso con granotas que habían decidido no sacarse el pase hasta que no volviera el '10'. Seguro que con su retorno aumentará el número de abonados (se han superado los 13.000 según las últimas cifras oficiales). 

La predisposición absoluta de Iborra

Ese mes y medio de espera después de su último partido oficial, que disputó el 29 de mayo con la final de la Conference League ante la Fiorentina, tendrá final feliz. Sin el balón en acción, que le hacía centrar su pensamiento, aunque también con la mente en el Levante, su corazón le pedía otra cosa y lo tenía que escuchar, como dijo en su carta de despedida, además de hacer oídos sordos a otros clubes extranjeros que también preguntaron por su situación y querían contar con él. Ese adiós de Olympiacos, repleto de agradecimiento al conjunto heleno y rechazando una propuesta de renovación inalcanzable para el Levante, fue la enésima demostración de predisposición absoluta de un jugador que estaba loco por volver.

Tenía la espinita clavada de lo que pasó en su última etapa y esa normativa federativa que frenó su continuidad, y que, sin duda, es el que más estaba empujando en esta negociación. Ya con el de Moncada en casa, era inminente este acuerdo que ya estaba avanzado desde que José Danvila y Felipe Miñambres le trasladaron que lo querían de vuelta, pero que debía tener paciencia para que los caminos volvieran a unirse y encajar financieramente su regreso dentro de la estrecheces del proyecto deportivo 2024/2025. 

Pablo Martínez y Giorgi Kochorashvili

Todas las partes son conscientes de que no se podía extender este acuerdo (a falta de la firma y la oficialidad) más allá de esa temporada, con la posibilidad de otra opcional, por la realidad económica del club, por esa ingeniería financiera en la que se encuentra envuelto el Levante, y esa tasación de LaLiga de 570.000 euros para poder inscribir a Vicente Iborra. Y en este punto, y además en su demarcación, hay dos nombres propios: Pablo Martínez, que ha comenzado la pretemporada entre los 30, y Giorgi Kochorashvili, que tiene días extra de vacaciones tras su participación con Georgia en la Eurocopa, jugando los cuatro partidos de su selección completos (Turquía, República Checa, Portugal y España) y que le ha puesto en el escaparate más todavía. Ambos apuntan a venta, pero de momento no se vislumbra un destino para ninguno de los dos centrocampistas.