Tensión en el derbi Everton-Liverpool: de la tangana con puñetazos al aficionado tratando de robar el banderín

Mientras se disputan la mitad de los partidos de la ida de los playoffs de Champions League, en Inglaterra ha tenido lugar esta noche un Everton-Liverpool. Un duelo de alto voltaje que ha dejado el empate en el electrónico con unos minutos finales donde se ha desatado toda la tensión en el derbi de Goodison Park.

Fue en el 94' cuando llegó el tanto de Tarkowski para el Everton. El conjunto toffee, que iba 1-2 abajo en el marcador, consiguió igualar el choque en el tiempo de añadido. Un tanto que provocó la explosión de alegría no solo en los jugadores, sino también en las gradas del estadio inglés.

La tensión llegó a su punto máximo y se produjo una tangana entre jugadores de ambos equipos. Cuando el árbitro Michael Oliver pitó el final, Jones y Doucouré se engancharon, con intervención policial y de seguridad, lanzamiento de botellas desde la grada y con el centrocampista del Everton expulsado por doble amarilla.

Mientras tanto, en las gradas se celebrara el empate por parte de la afición toffee, que desbordó las medidas de seguridad, con algún que otro aficionado llegando a saltar al césped y tratando de robar el banderín.

El Everton da una última alegría a Goodison Park

Se despidió el mítico Goodison Park de los derbis de Merseyside con una última alegría para el Everton, que le 'robó' la victoria a sus vecinos del Liverpool gracias a un misil de James Tarkowski en el minuto 97 (2-2).

El 13 de octubre de 1894 se jugó el primer Everton-Liverpool en Goodison Park y este 12 de febrero de 2025, el último, porque los 'Toffees' se mudarán a un nuevo estadio, en el puerto de la ciudad, a partir de la temporada que viene.

Y lo tendrán que hacer con el recuerdo de que el último encuentro entre vecinos acabó con un disparo brutal de Tarkowski, con una tangana, con un futbolista del Everton y el entrenador del Liverpool expulsados, con la policía separando a los jugadores y con alguna botella que voló desde la grada. Un punto y final glorioso para Goodison Park.