Betis - Valladolid: Crónica de una muerte anunciada
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Betis y Valladolid. Valladolid y Betis. 581 kilómetros separan el Benito Villamarín del Nuevo José Zorrilla. No obstante, pese a la gran distancia que a ambos les separa, hay algo que mantiene unidos a estos dos equipos tan diferentes entre sí. Y es que los duelos entre andaluces y pucelanos siempre han tenido un punto extra de morbo. Algo que se evidencia en los últimos precedentes entre ambos equipos, que han encarnado tanto el papel de verdugo como el de víctima en diversas ocasiones. Tanto unos como otros se han encargado de amargar la existencia del otro para su propio beneficio. En el recuerdo quedan esos partidos de 2014, 2009 y 2004, con el transistor en la oreja y el corazón en un puño.
Real Betis - Real Valladolid (1-1)
No son muchas las ocasiones en las que Betis y Valladolid se han enfrentado en las últimas jornadas de campeonato. Sin embargo, parece que cuando esto sucede, algo más que tres puntos están en juego. A buen seguro, todos los béticos guardan en su mente el mal recuerdo que supuso el penúltimo descenso a Segunda división. Aquel día, además de Betis y Valladolid, Osasuna, Sporting y Getafe se jugaban mantenerse en la máxima categoría. A priori, el conjunto verdiblanco era el que menos opciones tenía de acabar ocupando la plaza que supondría el acompañar a Numancia y Recreativo la siguiente temporada en la división de plata. Pero a pesar de ello, las victorias de rojillos y asturianos, sumadas al empate cosechado por el conjunto azulón, obligaban a los hombres de por aquel entonces José María Nogués a vencer al Valladolid para salvar su pellejo, y enviar así a los blanquivioletas a Segunda.
El Betis no es muy amigo de las estadísticas, y menos cuando estas le son favorables. El reloj marcaba las 20:45 horas del 31 de mayo de 2009, cuando en el Reyno de Navarra, El Molinón y El Sardinero (donde el Getafe se medía al Racing) llegaba el momento de saltar de alegría. En el Benito Villamarín, tocaba llorar de tristeza. Justo antes del descanso, el pucelano Aguirre adelantaba al Real Valladolid. Era el 0-1, pero la derrota del Sporting al descanso convertía a los rojiblancos en equipo de Segunda y salvaba al Betis. A los pocos minutos de dar comienzo la segunda mitad, Oliveira ponía las tablas y llevaba la tranquilidad a Heliópolis. Pero nada más lejos de la realidad. Sporting y Osasuna revertían las situaciones adversas a las que se estaban enfrentando en sus respectivos partidos y enviaban a los verdiblancos directamente a la quema. Lágrimas en los ojos de los 50.000 béticos que alentaron a su equipo. Mientras tanto, en la zona visitante del feudo heliopolitano, los aficionados vallisoletanos mostraban su lado más humano con un cántico que todo el beticismo siguió: “¡Betis y Pucela, son de Primera!”.
Real Betis - Real Valladolid (4-3)
Algo parecido ocurría la pasada campaña, pero en esta ocasión los papeles, en cierto modo, se intercambiaban. El Real Betis ya era, a todos los efectos, equipo de Segunda división desde hacía varias jornadas. Tras una temporada nefasta en la que registró los peores números de su historia, recibía la visita del Valladolid en la penúltima jornada de la misma. Los pucelanos se jugaban el permanecer en la máxima categoría junto a Osasuna, Granada, Almería y Getafe. Sin embargo, un muy mal partido de los blanquivioletas, que se dejaron empatar hasta en tres ocasiones, para acabar siendo remontados, acabó propiciando su descenso a la división de plata.
Los castellano-leoneses se adelantaban en el Villamarín en el primer minuto de juego. Sin embargo, la alegría solo les duraría los cinco minutos que tardó Braian Rodríguez en igualar el choque. Pero no sería la única vez que esto pasaba. Hasta tres veces se adelantaban los pucelanos en el marcador. Las mismas que remontarían los de La Palmera, que se alzaron con la victoria gracias a un auténtico golazo de Juanfran, que batía al arquero vallisoletano desde prácticamente el centro del campo. Una derrota que obligaba al Valladolid a esperar terceros resultados en la última jornada, además de vencer su partido para poder depender de ello. Sin embargo, ni siquiera era capaz de lograr un punto ante el Granada, lo que acompañado a las victorias de Osasuna, precisamente ante el Betis, y del Rayo, lo condenaban a acompañar a los verdiblancos al descenso.
Real Valladolid - Real Betis (0-1)
El antecedente más remoto data de la temporada 2003-2004. Dos puntos separaban al Valladolid de la salvación, marcada por el Espanyol, a dos jornadas para el final de la temporada. Aquel equipo que comenzó la temporada bajo las órdenes de Fernando Vázquez, pero que por miedo al descenso fue sustituido por su segundo, Antonio Santos, visitaba a un Betis que había hecho los deberes con anterioridad. Los verdiblancos ocupaban la zona media de la tabla. Ni siquiera una victoria les permitiría seguir vivos en la lucha por ocupar una de las plazas que le permitiesen disputar la UEFA.
Tras una aburrida primera mitad en la que ninguno de los dos equipos hizo mucho ruido, Assunção perforaba la meta defendida por Albano Bizzarri y dejaba a los pucelanos con pie y medio en Segunda división. Aun así, no se rindieron y lograron una victoria en la última jornada, por 3-0 ante el Villarreal, pero el equipo ya no dependía de sí mismo. El Celta, que ocupaba el decimoctavo puesto, perdió, pero aun así, era necesaria una derrota del Espanyol para mantener la categoría, y los pericos sí obtuvieron el triunfo. Ni siquiera la penalización al Racing por alineación indevida pudo evitar el tener que poner rumbo hacia la Segunda división.
Valladolid y Betis. Betis y Valladolid. Emoción segura la que nos espera el próximo domingo a las 12 de la mañana. Quién sabe si este duelo, por mucho que aun quede para la conclusión de la temporada, se torna en clave con el paso de las jornadas. Lo que sí que es clave para ambos equipos es el cosechar una victoria que les permita seguir soñando apasionadamente con el ascenso directo.