Un Madrid herido en el Villamarín

El Betis tiene por delante 13 días para preparar uno de los partidos más señalados en el año. Uno de esos encuentros en los que lo normal es perder. Sin embargo, en estos casos el Villamarín siempre tiene algo que decir, por mucho el que esté en frente sea el Real Madrid.

Un rival que, además, llegará inmerso en una delicada racha de resultados, tras cuatro empates consecutivos. El conjunto entrenado por Zinedine Zidane volvió a empatar esta tarde, esta vez ante el Eibar en el Santiago Bernabéu. Desde el inicio, el partido fue complicado para el equipo madridista. La baja de James Rodríguez a última hora se sumó a las de Luka Modric, Casemiro y Marcelo y obligó a Zidane a dar entrada a Marko Kovacic en su lugar. El croata se situó en un centro del campo formado junto a Toni Kroos e Isco, quienes no lograron encontrar fisuras en el centro de la defensa armera. Nada más empezar, en el minuto 6, Fran Rico adelantó al equipo vasco. Poco después, Bale establecía la igualada definitiva.
Así las cosas, cuarto empate consecutivo del Real Madrid, después de los que cosechó frente a Villarreal, Las Palmas y Borussia Dortmund y justo antes de visitar al Betis en el Benito Villamarín. Un estadio en el que el equipo blanco no se sintió cómodo la temporada pasada. El 24 de enero de este año, el Betis logró sacar un valioso empate ante el Madrid, en un encuentro que acabó 1-1 con goles de Cejudo, nada más empezar, y Benzema.