El día que Petros quiso ser capataz del Gran Poder
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La Semana Santa es una de tantas cosas que el sevillano hace propia, hace suya, que la quiere y lucha por exportarla, por transmitirla, por contagiar una festividad cargada de sentimientos. Así germina el cariño de Petros, exjugador del Real Betis, y dos de las devociones más señeras de la ciudad, Jesús de la Pasión y el Gran Poder.
No son pocos los jugadores que llegan a la capital andaluza y terminan impregnándose del aroma de sus fiestas mayores, donde la semana más santa adquiere un énfasis especial. Fervientemente religioso, católico y muy comprometido con la ciudad. Así es Petros Araujo, un mediocentro que a pesar de no haber salido nunca de Brasil, encajó como un sevillano más. Apenas dos años le bastaron para conocer con firmeza las costumbres más hondas de los hispalenses, enrolándose como uno más.
Más allá del Real Betis, el Señor del Gran Poder y Jesús de la Pasión cautivaron su corazón en la primera vez que cruzaron sus miradas. Un amor primero que tardó poco en llamar a sus puertas, como reveló en una entrevista para ElDesmarque: "Yo llegué aquí y del tirón llega la Semana Santa y puedo ser el tío más católico y creyente, Dios está encima de todo. En Brasil es una fecha muy importante pero se celebra de manera distinta. Me acuerdo que llegué aquí, fui a ver la Esperanza de Triana y quería verla de cerca, para cruzar el puente tardé dos horas haciéndome fotos con la gente y son 100 metros..."
Y la historia no queda ahí, pues recibió por aquel entonces una peculiar propuesta sobre su devoción primera...: "A mí me encanta el Gran Poder y voy todas las semanas a verlo. Me siento bien estando ahí, salgo renovado y con las pilas cargadas. Esta semana me he encontrado con el Capataz y me dijo que se cambiaba de sitio conmigo. Ahora voy a ser capataz del Gran Poder..."
Dos años le valieron al carioca para impregnarse de las costumbres sevillanas y llevarse para siempre la devoción de dos de las imágenes con más renombre de la ciudad. Un fervor que le hacía cada semana visitar El Salvador y San Lorenzo, para ver a Jesús de la Pasión y el Gran Poder. Una cita a la que no faltaba en cada semana y en caso de hacerlo, les rezaba con una réplica del Señor de Sevilla que presidía su casa...