El primer día del Betis en La Cartuja: las mejores imágenes

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La afición ha respondido tiñendo de verdiblanco el antiguo estadio olímpico
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El parking, los accesos a La Cartuja y las ganas de Betis, entre los memes del debut 'en casa'
El Real Betis ha vivido este viernes una jornada especial: su estreno como local en el Estadio de La Cartuja, el que será su hogar provisional durante, al menos, las dos próximas temporadas. Las obras de remodelación integral del Benito Villamarín obligan al conjunto verdiblanco a trasladarse, y el duelo frente al Deportivo Alavés en la jornada 2 de LALIGA EA SPORTS ha supuesto el primer test para la afición en este nuevo escenario. Y en ElDesmarque hemos hecho una galería para recordar el gran ambiente vivido este viernes.
La Cartuja, con capacidad para 70.000 espectadores tras la última remodelación, ofrecía una imagen poco habitual en encuentros ligueros del Betis. El ambiente, pese a la lógica nostalgia por dejar Heliópolis, fue el de una hinchada que quiso arropar a su equipo desde el primer minuto. Bufandas al aire, cánticos reconocibles y una pancarta en uno de los fondos buscaron recrear la sensación de “casa” en un estadio que, por su magnitud y frialdad arquitectónica, no tiene el mismo calor del Villamarín. O eso pensábamos, porque el gol de Gio Lo Celso hizo rugir al estadio como pocas veces antes en toda su historia.
El beticismo, de la extrañeza a la familiaridad con La Cartuja

Muchos aficionados reconocían antes del choque que será difícil acostumbrarse. Para los béticos, el Benito Villamarín es más que un campo de fútbol: es memoria, identidad y punto de encuentro. Finalmente, la entrada superó los 57.000 aficionados. Una cifra reseñable, sobre todo teniendo en cuenta que, por fechas, hay muchos béticos de vacaciones fuera de Sevilla. Y es que el estadio apretó, jaleó en los peores momentos del equipo y vibró con las mejores jugadas de Riquelme, Lo Celso, Aitor Ruibal y compañía.
En las gradas se percibía cierta ilusión por vivir la experiencia de llenar La Cartuja. No en vano, el aforo da la posibilidad de registrar asistencias históricas en el fútbol español. El propio club ha trabajado para facilitar la transición, reubicando a los abonados y tratando de trasladar elementos simbólicos al nuevo feudo. Habrá que ver cómo evoluciona con el paso de las jornadas. Aunque, eso sí, el debut ha mostrado un mensaje claro: el beticismo, allá donde vaya, convierte cualquier grada en verdiblanca. La Cartuja se vestirá de verde durante los próximos dos años, con la esperanza de que cada partido acerque un poco más el regreso a un Villamarín modernizado y preparado para el futuro.
No había visto el campo de la cartuja tan bonito como hoy