Ni plan A ni plan B
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Una imagen inadmisible
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El centro del campo hace aguas
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El uno por uno del Real Madrid ante el Numancia
El Real Madrid no funciona. Es algo evidente, pero lo cierto es que la situación empieza a agravarse conforme pasan los días. Lejos de mostrar síntomas de mejora, la charla de Zidane del pasado martes no parece haber surtido efecto a tenor del pobre encuentro cosechado por el cuadro blanco este miércoles ante el Numancia, un equipo de Segunda que fue capaz de empatar en el Bernabéu y que acabó acorralando a los de Zidane en busca de la victoria en el tramo final.
Precisamente Zidane está siendo uno de los hombres más criticados en las últimas horas. El técnico francés, que hay que recordar que lo ha ganado todo desde que llegó al banquillo de la Castellana, vive su primera gran crisis al frente del club y de momento no está sabiendo encontrar soluciones.
Falta de gol, falta de ideas, un estado anímico por los suelos, poca respuesta de los más jóvenes, mal estado de forma de los habituales... Son muchas las causas que hay propiciado los últimos resultados del Real Madrid, que se ha escapado a 16 puntos del liderato en la Liga pero que sigue estando vivo tanto en Champions como en Copa, a pesar de su pobre imagen frente a Fuenlabrada y Numancia.
Hace apenas unos meses funcionaban todos y ahora no funciona nadie. El plan A ha perdido potencia, con Benzema y Cristiano negados de cara al gol, la defensa haciendo aguas, Keylor en duda y un centro del campo incapaz de dominar los partidos. Pero es que el plan B tampoco funciona, pues los más jóvenes no está siendo capaces de aprovechar sus oportunidades. Asensio se ha diluido, Dani Ceballos no coge galones, Llorente no toma el mando del equipo y Theo Hernández no demuestra el por qué de su fichaje.
Zidane se ha quedado sin plan A y también sin plan B, incapaz de encontrar soluciones en un banquillo que tampoco le da argumentos para creer en él. "Moriré o viviré con ellos", aseguró el técnico este miércoles tras el empate ante el Numancia. Y es que, a pesar de que las cosas no funcionan, el francés insiste en mantener a su plantilla y no realizar grandes fichajes.