Karim, ¿dónde estuviste?
El Real Madrid consiguió reaccionar a los pésimos últimos 10 días con una goleada por 1-4 al Real Valladolid. Un partido en el que brilló un jugador que había perdido el olfato goleador y lo recupera, aunque ya sea tarde, como Karim Benzema.
Dos goles del delantero francés le bastaron al equipo blanco para conseguir una reacción más necesaria que nunca. Los últimos 10 días han dejado al Real Madrid sin LaLiga Santander, la Copa del Rey y la Champions League, provocando un terremoto en el madridismo que a punto ha estado de finalizar con la 'era Solari' antes incluso del final de temporada.
El argentino seguirá de momento en el equipo, aunque habrá que estar atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos este lunes. Butragueño no quiso confirmar su continuidad tras el partido mientras que al técnico se le vio serio en zona mixta y sala de prensa.
En el campo, mientras, Benzema pone una tregua en la debacle blanca. La pegada volvió en las botas del francés, que no marcaba con la pelota corrida desde el partido de ida en la eliminatoria ante el Ajax.
Primero marcó de penalti y después llegó su segundo tanto, esta vez de cabeza. A falta de Ramos, el francés decidió el partido con las dos especialidades del capitán. No en vano, Karim fue el encargado de portar el brazalete.
Para cerrar el partido, le dio la asistencia a Modric para el 1-4 que quedó fijo en el marcador. El croata fue otro de los futbolistas que cambió la cara tras la reanudación en el José Zorrilla y dejó un gran gol para matar el partido.
A toro pasado es fácil hablar, pero ¿qué hubiera pasado si el Real Madrid hubiera tenido la pegada de Pucela en cualquiera de los partidos de los últimos días? Nadie lo sabe, lo único cierto es que se necesitan goles para terminar de certificar la clasificación para la próxima Champions. Lo contrario sí que sacudiría el planeta fútbol.