El Oviedo deja escapar tres puntos

Duelo de históricos en el Carlos Tartiere del que ninguno salió vencedor. El Real Oviedo llegaba con la necesidad de recuperar el camino de la victoria y de recuperar también sensaciones, perdidas tras el partido del Belmonte. Anquela planteó dos cambios sorprendentes, sobre todo el de Pucko, que entró en el lugar de Yeboah. La otra modificación fue la figura de Forlín en el doble pivote acompañando y liberando un poco más a Folch, que siempre tenía que quedar más atado en la salida de balón y este lunes se pudo mover con más libertad.

El balón parado comenzó mandando en el partido, con dos faltas que fueron las dos primeras ocasiones para ambos equipos. La diferencia fue que el balón acabó dentro en una de ellas. La de Zapater la consiguió despejar Juan Carlos a córner y la de Aarón entró por la escuadra. El Real Oviedo conseguía así adelantarse en el marcador y guardó la renta en los primeros minutos, teniendo incluso más ocasiones claras.
Como la de Toché en el minuto ocho, que se aprovechó de una indecisión de Christian Álvarez, al que se le escapó el balón, pero estuvo rápido para ir al suelo y rechazar la llegada de Toché, que protestó un posible penalti del portero maño. En un saque desde la esquina, al Zaragoza le entraron dudas en el balón parado y a punto estuvo de pasar factura Folch, pero su remate lo escupieron entre el poste y Christian Álvarez.
Otra nueva duda a balón parado en la defensa del Zaragoza no la perdonó Toché. Christian llegó a línea de fondo y sacó el centro que desvió Mikel González haciendo que Christian Álvarez rechazara. El balón quedó suelto en el área y Verdasca intentó una cesión con la cabeza hacia su portería, que más que cesión fue un remate. Christian Álvarez tuvo que emplearse a fondo para rechazarla y Toché apareció con la caña para poner más ventaja en el marcador.
Pero entonces el Oviedo volvió a padecer el mismo problema que en partidos atrás. La ventaja, incomprensiblemente, se echó a perder antes del descanso. En un balón parado, Mikel González remató solo en el segundo palo de volea y en una falta en la frontal, Zapater la puso en la escuadra, haciendo que la ventaja se esfumara y que el descanso llegara con el empate en el marcador.
En la segunda parte el Zaragoza comenzó con una marcha más y Borja Iglesias tuvo la primera en sus botas cuando ganó la espalda a los centrales azules y se plantó solo delante de Juan Carlos, que ahora sí ganó la batalla. También la ganó en el 68, cuando José Enrique llegó solo al área por su banda y el guardameta azul logró despejar a córner.
La segunda parte fue prácticamente antagónica a la primera y el miedo a ganar se apoderó de ambos equipos. En los últimos minutos apenas hubo acercamientos a las porterías rivales y el partido fue muriendo con el mismo resultado de los primeros 45 minutos. El Real Oviedo no consiguió recuperar la senda de la victoria y tampoco recuperó del todo las buenas sensaciones, sumando tan solo un punto y dejando nuevamente dudas en el aspecto de no saber administrar las ventajas.