Mariga, de más a menos
El Real Oviedo no pudo tener su nivel habitual de presión en el centro del campo, no fue capaz de mantener controlado al Valladolid y lo acabó pagando. En la primera mitad, Mariga sostuvo al centro del campo carbayón y fue el hombre más destacado del equipo, pero en la segunda parte no tuvo incidencia sobre el juego.
El jugador keniata salió de inicio en el centro del campo de Juan Antonio Anquela, y durante una primera parte muy floja del equipo consiguió mantener el orden entre líneas. Mariga estuvo atento al corte y acertado en la distribución, siempre conseguía encontrar a un jugador abierto en banda o a Fabbrini en la media punta. Incluso llegó a iniciar alguna arrancada en conducción para intentar abrir espacios. Una primera parte en la que dejó una buena impresión.
Pero en la segunda fue todo lo contrario, estuvo desaparecido. No fue capaz de mantener el pulso a los centrocampistas del conjunto blanquivioleta. El jugador carbayón no llegó a los costados para hacer las ayudas y Óscar Plano encontró los huecos necesarios entre las líneas para asistir a Mata.
Además, en ocasiones, perdió la posición con facilidad y dejaba desguarnecida a la defensa, provocando que el equipo se partiera.
