Una semana con mucha carga
El Real Oviedo llegó este jueves a la localidad asturiana procedente de las Islas Baleares para encarar la recta final de una frenética semana cargada de trabajo y continuar la preparación del choque del domingo ante el Lugo en tierras gallegas. Tras una derrota liguera y la eliminación de la Copa, los de Anquela buscan terminar con una sonrisa tras unos días muy intensos.
El pasado sábado, el Oviedo cayó derrotado con estrépito ante el Zaragoza en el Tartiere. Era la primera derrota de la temporada y -pese a que el equipo no hizo un papel tan malo- estuvo blando en defensa y poco fino en ataque.
Proseguía una semana cargada, con tres partidos en apenas ocho días. Llegaba el duelo de Copa del Rey ante el Mallorca, lejos de casa. Tocaba viajar a las Islas Baleares con la ilusión puesta en seguir adelante en el torneo y olvidar la derrota pasada. Pero no ocurrió así.
Los de Anquela cayeron por la mínima, dejando de nuevo la sensación de ser un equipo con poca mordiente arriba en este inicio, pese a contar con hombres bastante preparados para el gol. La derrota por la mínima no fue la única mala noticia. Vino acompañada de una posible lesión de Sergio Tejera, que tuvo que dejar el partido antes de tiempo y que se encuentra a la espera de las pertinentes pruebas médicas que dictaminen el alcance de la misma.
Sin bajar los ánimos, el trabajo del cuadro carbayón prosiguió este jueves en tierras baleares, antes de emprender el camino de vuelta a Oviedo por la tarde. Ahora, cuenta con apenas dos días más de trabajo antes de emprender el camino a Lugo, para intentar enderezar una semana que no ha llegado cargada, precisamente, de buenas noticias.
Pero no hay que verlo todo negativo. Esto no ha hecho más que empezar y mantener la calma puede ser clave en una Segunda división que nos tiene acostumbrados a dar un sinfín de vueltas cada año.
