Opciones en todos los frentes
El arranque del año natural en el Real Oviedo ha traído buenas noticias desde la enfermería. Únicamente dos jugadores, Juan Forlín e Ibra, están lesionados, por lo que Anquela tiene ante sí un panorama que no tenía desde hace varias semanas. Las bajas han ido lastrando desde el comienzo de temporada y ya con jugadores clave recuperados, las alternativas se multiplican prácticamente en todas las posiciones.
En la defensa solo falta Forlín. Carlos Hernández ya está totalmente recuperado, acabó 2018 jugando a buen nivel contra el Málaga y Javi Hernández es uno más en el primer equipo. Eso hace que las piezas sean suficientes para armar bien una zaga de cuatro, como probó este jueves o bien una de tres centrales y dos carrileros, como se vio en varias ocasiones a lo largo de la temporada. Si la defensa finalmente es de cuatro, hasta tres hombres quedarían en el banquillo, contando que Carlos Martínez también está recuperado.
En el centro del campo Anquela ha tenido a sus cuatro pivotes disponibles prácticamente durante toda la temporada, así que ahí no va a tener excesivos quebraderos de cabeza. Aunque también ha probado con Boateng en una posición más adelantada, por detrás del punta, ubicación en la que también jugó Tejera en alguna ocasión.
En el frente de ataque, no son muchos los efectivos de los que dispone Anquela, pero sí las combinaciones posibles. Saúl Berjón, Yoel Bárcenas y Omar Ramos se disputarán presumiblemente tres puestos. El asturiano parece indiscutible y los otros dos jugadores tendrán que batallar por el otro costado. Unos costados, que dados las características de los tres, podrían intercambiarse sin problemas. En determinados momentos de la temporada, también Joselu ha ocupado la banda derecha. Un Joselu que se disputaría con Toché la posición de delantero. Dos jugadores para ese puesto, en una nueva decisión para Juan Antonio Anquela.
El Oviedo tiene una plantilla corta pero con alternativas, de las que ahora puede disfrutar Juan Antonio Anquela. La enfermería concede una tregua, se espera que definitiva, para que el técnico encaje todas las piezas y se quede además, con un banquillo de garantías al que acudir si el partido lo requiere.