La fábula del 'coach' de la Real para afrontar la cuarentena: 'El anillo del Rey'
No son días fáciles. La epidemia del coronavirus ha llevado a que las personas tengan que quedarse en sus hogares ante la declaración del Estado de Alarma. Esto derivó en el cierre de comercios, suspensión de clases o cancelación de eventos culturales y deportivos, entre otras cosas. Cada uno/a trata de llevarlo como mejor puede, y por eso cualquier ayuda es buena. En esta ocasión ha sido el 'coach' de la Real Sociedad, Imanol Ibarrondo, responsable de la unidad de emoción y rendimiento, quien, mediante una fábula, intentar ayudar a afrontar la situación que se vive a día de hoy.
En opinión de Ibarrondo, "la situación que estamos viviendo es un momento histórico. Creo que puede haber un antes y un después de la pandemia, y siento que puede ser el detonador de un proceso de transformación muy necesario, radical y profundo, que nos ayude a todos, tanto a nivel individual como colectivo en lo emocional o inteligencia. Ojalá todos podamos aprender lo necesario de este proceso de confinamiento y sufrimiento compartido para salir transformados como personas más sabías, más sanas y más conscientes. Ese sería mi deseo para todos, y mi pequeña aportación es algo muy sencillo. Quiero compartir con vosotros una fábula que descubrí hace mucho tiempo y que en numerosas ocasiones en mi vida me ha ayudado. Me he apoyado en ella para superar momentos de dificultad, adversidad y mantenerme más sereno y tranquilo en esos momentos. El nombre de la fábula es 'El anillo del Rey'.
EL ANILLO DEL REY
Cuenta la leyenda que en un lejano país hace muchísimo tiempo hubo un rey que mandó hacer un anillo con los mejores orfebres de su reino. El anillo era un poco especial, porque el Rey quería que tuviera una inscripción que le ayudará a superar los momentos de mayor desesperación, y para eso necesitaba a todos los sabios y eruditos de su reino que le ayudarán a definir cuál eran esas palabras o esa breve frase.
El hombre más sabio de su consejo asumió el desafío de encontrar las palabras más adecuadas y también la supervisión de los orfebres para que la ejecución fuera perfecta. A los pocos días, el reino se vio sometido en la desgracia porque una terrible sequía asoló todos sus campos diezmando el ganado y echando por tierra todas las cosechas. Una gran hambruna se apodero de la población y aprovechando ese momento el reino fue invadido por un ejército vecino.
Tras varias semanas de batallas y negociaciones, el Rey se encontraba desolado y prácticamente desesperado, y justo en ese momento llego al campamento un paquete que contenía una carta que era el anillo que el Rey había mandado hacer hacía unas semanas. Abrió la carta que era de su sabio consejero y que le decía:
'Cuando te sientas desesperado y realmente necesites ayuda lee este mensaje'. Rápidamente el rey cogió el anillo miro y leyó una breve inscripción que decía:
'Esto también pasará'.
Al leer esta inscripción una ola de paz y calma le inundó y le ayudó a reconectar con otros momentos de su vida en los que también había librado muchas batallas, algunas ganadas y otras perdidas. También recordó a enemigos que se habían convertido en aliados, y amigos que le habían dado la espalda, y también como su pueblo superó adversidades, dificultades, enfermedades y otras sequías en otros tiempos. Todo seguía para adelante. Todo esto le ayudó a conectar con mucha serenidad, con mucha energía, con una claridad mental que le inspiró para agrupar a su ejército y volver a la batalla.
En aquella situación, la Diosa Fortuna se puso de su parte y la batalla acabó con el Rey reconquistando su reino. Pocos días después estaba celebrándolo en el palacio con toda su gente, con fiesta, con banquete y con música, cuando su anciano consejero le tocó el hombro y le dijo: 'lee la descripción del anillo'.
El Rey no lo entendía, y decía: ¿para qué si está todo perfecto?' Hemos ganado, vuelvo a ser el Rey, aquí estoy celebrándolo. Pero ante la insistencia de su anciano consejero decidió volver a leer el anillo y volvió a leer:
'Esto también pasará'.
El Rey comprendió que las victorias, el éxito y la gloria tampoco son para siempre, y en lugar de entristecerse agradeció poder celebrarlo con su gente y reconocerles la ayuda que le habían dado para conseguir la victoria, y agradecerles también que le habían ayudado a ser un mejor gobernante. También tomó consciencia de que sus agresores no eran necesariamente personas malvadas. Los amigos y enemigos pueden cambiar con el tiempo y decidió establecer conversaciones para restaurar la paz y la prosperidad para los dos reinos. Asimismo se dio cuenta de que en el futuro volvería a haber enfermedades como sequías, inundaciones y otras pandemias, y decidió aprender de la situación para volver a afrontarlas con mejores recursos y mejor eficacia.
En ese momento el Rey tomó consciencia agradecido de que el mensaje del anillo la ayudaría en el futuro a afrontar con mayor coraje, serenidad y sabiduría el inevitable, continuo e impredecible devenir natural de la vida".
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🎥 Imanol Ibarrondo, responsable de la unidad de emoción y rendimiento, nos ayuda, mediante una fábula, a cómo afrontar la situación que estamos viviendo a día de hoy.#EtxeanAleIrabaziArte #AurreraReala pic.twitter.com/hSY6nIs0gk
— Real Sociedad Fútbol (@RealSociedad) March 25, 2020