Oportunidad vs reválida

La victoria (1-2) en el Estadio de Butarque fue determinante para el equipo de Sergio González. Según el propio entrenador, fue un "golpe sobre la mesa" en el reinicio de LaLiga Santander que se puede y se debe continuar en el Nuevo Estadio José Zorrilla ante el RC Celta de Vigo.

El segundo encuentro consecutivo de los pucelanos ante un rival directo por la salvación puede dejar a los blanquivioleta con un pie en Primera División. En un buen momento y en una buena situación, el Real Valladolid recibe a un equipo que llega exigido y agobiado por su estado y su último resultado. Pese a tener entre ellos sólo seis puntos de distancia, los momentos de ambos son opuestos y cómo afrontan el duelo lo define.

Si bien los blanquivioleta asumen el primer encuentro de este reinicio en su estadio como una gran oportunidad, los vigueses lo hacen con la sensación de reválida, como definió Sergio. La exigencia es diferente para los dos en este encuentro, pero la importancia, no. El duelo es capital para ambos. Para su presente y su futuro.

Pocas novedades

En esta exigencia compartida, el Real Valladolid, por su parte, recibe la visita gallaga con dos ausencias. A José Antonio Caro se le suma Sandro Ramírez, baja para los dos siguientes partidos. Sin ellos, desde ElDesmarque Valladolid, y guiándonos por la filosofía continuista del cuerpo técnico, apostamos por el siguiente once.

Toni Villa y Míchel Herrero pueden ser los nombres propios de la segunda alineación blanquivioleta en este reinicio de la competición. Óscar García, por su parte, formará el once, presumiblemente, desde una línea de cinco defensas y una doble punta en la que Iago Aspas seguirá siendo determinante.

En un duelo dirigido por Jesús Gil Manzano, el Pucela y el Celta, rivales directos en la realidad de la competición, se ven las caras en momentos muy diferentes. Ya sea por el estado de forma de ambos, por el último resultado o por encontrarse en una situación que preveían o no en el inicio de la temporada, el duelo de este miércoles en un Estadio José Zorrilla sin público tiene una importancia capital para ambos. Para los locales, por dar un nuevo golpe sobre la mesa, y para los visitantes, para no aumentar sus muchos problemas.