Ofrenda de Real Valladolid y Colo Colo a David Arellano

-
Récord de renovaciones en Segunda
-
Vuelta a Valladolid
-
Dos victorias en Chile
El Real Valladolid ha vivido en Chile una estadía inolvidable. El trato de Colo Colo hacia el Pucela ha sido exquisito en todos los aspectos y los de Guillermo Almada se marchan de Santiago con dos triunfos y una copa bajo el brazo. Las sensaciones son mucho mejores que al inicio de la pretemporada y antes de marcharse del país andino ambos clubes han querido rendir el último homenaje a David Arellano, que falleció en Valladolid el 3 de mayo de 1927 y, tras una colecta popular en la que colaboraron españoles y chilenos, en 1929 fue trasladado desde el cementerio de El Carmen a su país natal en un barco que viajó desde Vigo a Valparaíso, al sur de la capital.
Y es que el Real Valladolid no quiso despedirse de Santiago de Chile sin visitar la tumba de David Arellano, el mártir que unió para siempre los caminos blanquivioleta y colocolino. Liderados por David Torres, Koke Iglesias e Iván Garriel, los tres vallisoletanos que fueron titulares en el partido de vuelta del Desafío Centenario, una expedición del Pucela acudió al cementerio General de Santiago para realizar un sobrio y sentido homenaje.
Unos treinta años después de su repatriación, Arellano ingresó en el Mausoleo de los Viejos Cracks de Colo-Colo, donde reposan futbolistas importantes, como Robledo o Beyruth, entre muchos otros. Curiosamente, en el Mausoleo descansa también Ferenc Platko, hermano de Esteban, el primer técnico en la historia del Real Valladolid.
Mientras los albos jugaban su partido liguero ante el O’Higgins, en el que empataron a uno, una delegación colocolina encabezada por el presidente del club social y deportivo, Edmundo Valladares, y por la leyenda Carlos Caszely recibió a los representantes Pucela, dispuestos a mostrar el respeto pertinente a la figura del fundador. Flores blancas, violetas y negras para volver a entender la magnitud de Arellano, para honrar su recuerdo y escenificar una vez más la unión eterna entre Real Valladolid y Colo-Colo.
