Polémica en el Cádiz - Pucela: claro penalti no pitado y dos entradas de 'naranja'

El Real Valladolid no consiguió pasar del empate en el Nuevo Mirandilla en un encuentro muy trabado y no exento de polémica en varias acciones que despertaron las quejas de los respectivos entrenadores, Guillermo Almada y Gaizka Garitano. Un penalti no pitado, varias entradas al límite del reglamento que podían ser más que una tarjeta amarilla y un gol local bien anulado por fuera de juego por interferencia sobre el adversario.

Una de las acciones que pasó desapercibida para la mayoría salvo para Stanko Juric y el propio entrenador uruguayo ocurrió al comienzo del segundo acto. El mediocentro croata saltó a rematar un córner en el segundo palo y su prolongación con la cabeza acabó impactando en su propio brazo (acción no punible al considerarse un play the ball), pero también, hasta en dos ocasiones, en el brazo del mediocentro Moussa Daikité. La pelota impactó dos veces en el brazo del mediocentro de Mali, cuya extremidad se encontraba muy despegada del cuerpo, por encima del hombro y ocupando espacio de más, es decir, haciéndose grande.

Antes de esto el central serbio Bojan Kovacevic propinó un duro codazo en la cabeza al delantero Jorge Delgado que se saldó con tarjeta amarilla, pero que perfectamente la cartulina podía haber sido de otro color por el peligroso impacto. Ya entrando en la recta final del choque Iván San José, Chuki fue víctima de una dura entrada de Joaquín González en campo propio. El talentoso mediapunta del Pucela llegó a puntear el balón y se llevó la marca de los tacos del contrario tatuada por encima de su tobillo. Una acción por la que el jugador cadista vio la cartulina amarilla, pero que también estuvo al límite del reglamento y pudo derivar en una sanción disciplinaria mayor que la recibida.